En “Claves del Campo” (AM 840 Radio Salta), el ingeniero agrónomo Carlos Suárez habló sobre la difícil situación de la producción bananera en Argentina, destacando la importancia de la planificación para ajustar las importaciones.
La producción bananera en Argentina enfrentan desafíos significativos. Salta no escapa a esta situación, a pesar de ser una de las principales productoras del país y de contar con un producto muy apreciado por los consumidores. La fuerte competencia de las importaciones, que ingresan al país con menores costos de producción, ha debilitado la producción local y generado incertidumbre entre los productores.
El ingeniero agrónomo y experto en fruticultura, Carlos Suárez, alertó sobre la difícil situación que atraviesa la producción bananera en el país, al advertir que la inestabilidad cambiaria y la volatilidad del dólar han generado un escenario adverso para los productores, encareciendo los insumos y dificultando la competencia con las importaciones. “La constante devaluación de nuestra moneda nos coloca en una posición desventajosa frente a países con costos de producción más bajos”, señaló.
Suarez destacó la importancia de la planificación en la producción bananera. “Podemos estimar con bastante precisión la cantidad y calidad de la cosecha al observar las plantas”, explicó. Esta previsión permitiría ajustar las importaciones de manera más eficiente, evitando tanto la sobreoferta como la escasez. “Actualmente, solo el 20% de las bananas que consumimos son producidas en el país, mientras que un 80% son del mercado extranjero. Al regular las importaciones en función de nuestra producción nacional, podríamos fortalecer el mercado interno y garantizar precios justos tanto para productores como para consumidores”, dijo.
Asimismo, relató que hay ejemplos virtuosos de empresas salteñas que mejoraron la calidad, cantidad, comercialización y poscosecha, utilizando cámaras de maduración y sistemas bien ajustados de comercialización. “Estos ejemplos muestran que con buena gestión que las bananas locales pueden ser superiores en sabor y calidad a las importadas, ya que pueden cosecharse en un grado de madurez óptimo”, describió y dijo que esto es lo mejor para el consumidor, puesto que llegan al mercado en mejores condiciones al ser cosechadas dos semanas más tarde que las ecuatorianas.
Mango salteño, una fruta con futuro
“Hay varios frutos tropicales que producen muy buena calidad en el norte de la provincia y complementan la fruticultura, como el mango. Aunque viene creciendo despacio, hay que mejorar en distribución y manejo de los importados. En otras zonas de América del Sur, producen mango todo el año, mientras que nosotros estamos presentes solo de diciembre a marzo o abril. Sin embargo, hay una ventana de mercado interesante y una industria de congelado y otros materiales que es prometedora”, subrayó.
Esto es un gran avance para la provincia, puesto que, en la última temporada, hubo un incremento de 100-150 hectáreas de mango, acercándonos a 400-500 hectáreas. “Podríamos tener tranquilamente 2.000 hectáreas, ampliando la gama de variedades y considerando otros factores”, cerró Suarez.
