En el marco de los 30 años de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (Clera), Claudio Zuchovicki afirmó que el país atraviesa una oportunidad histórica para aprovechar la revolución tecnológica y el contexto financiero global.
Durante su disertación en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en el marco de los 30 años de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (Clera), el presidente de BIMA, Claudio Zuchovicki, sostuvo que la Argentina está en una posición excepcional para aprovechar el cambio global impulsado por la inteligencia artificial. Subrayó que, por primera vez en años, existe un consenso básico sobre la dirección económica que debe seguir el país.
“El mandato del Gobierno es vencer la inflación, y eso se logra eliminando la emisión. La buena noticia es que ya hay superávit fiscal”, señaló el economista. Agregó que se están desactivando las fuentes de creación monetaria y que la “desmonetización extrema” permitirá una baja de las tasas reales.
Zuchovicki recordó que los períodos de mayor crecimiento coincidieron con superávit fiscal y disciplina en el gasto. “A la Argentina le fue bien cuando gastó menos de lo que recaudó: en los 90, entre 2003 y 2008, y ahora otra vez. No hay magia, hay disciplina”, afirmó.
En relación con el contexto internacional, destacó que la revolución de la inteligencia artificial abre una oportunidad inédita para el país. “El 80 % de lo que necesita la IA es energía, y el 20 % es minería. ¿Conocen algún país que exporte alimento, energía y minería al mismo tiempo, con democracia y cierta seguridad jurídica? Eso es Argentina”, sostuvo.
El economista mencionó el potencial de Vaca Muerta, el litio y el cobre, junto con la producción de alimentos, como pilares de un modelo de desarrollo integrado. “Acaban de descubrir el yacimiento de cobre más grande del mundo en Catamarca. ¿En serio no la vamos a pelear?”, planteó.
Zuchovicki también resaltó que el país exporta lo que el mundo demanda y que el superávit comercial puede fortalecerse con políticas de largo plazo. “Argentina podría ser la Walmart o la Netflix de la inteligencia artificial”, comparó.
En cuanto a los activos locales, sostuvo que “Argentina está barata” y que existe un “potencial de rebote” por la subvaluación de los bienes. Al mismo tiempo, remarcó que el escenario financiero internacional resulta favorable, con tasas de interés en baja y un dólar más débil. “Cuando las tasas bajan, el dinero vuelve a los mercados emergentes. Eso es bueno para nosotros”, explicó.
Según el presidente de BIMA, la combinación de activos baratos, precios internacionales altos y menor costo financiero crea un marco inédito para invertir. “El viento sopla a favor, pero hay que tener el barco preparado”, advirtió.
Respecto de la economía real, anticipó una recuperación próxima. “2026 va a ser el año de la economía real”, afirmó, aunque aclaró que el crecimiento sostenido dependerá de avanzar con las reformas laboral e impositiva. “Un salario de un millón de pesos le cuesta al empleador 1,8 millones, pero el trabajador solo recibe 800 mil. Hay que formalizar el empleo, no castigar al que contrata”, dijo.
También consideró esencial reactivar la inversión en infraestructura mediante esquemas de participación público-privada. “El Estado está fundido y el sector privado tiene la mitad del riesgo. Hay que hacer lo que funciona en el mundo: que el privado invierta, que haya reglas claras y que el Estado controle”, expresó.
Finalmente, Zuchovicki cerró su exposición con una metáfora futbolera: “La pelota está debajo del arco. Argentina tiene recursos, contexto internacional y consenso interno. Solo falta patear”.
		


