La Voz del Interior entrevistó a Alejandro Ferrero, el dirigente cordobés que encabeza la lista Unidad y Acción en las próximas elecciones en la Sociedad Rural Argentina (SRA), previstas para septiembre.
Alejandro Ferrero tiene 59 años y desde los 2 años concurre ininterrumpidamente a la Exposición Rural de Palermo. Primero, acompañando a su padre Pedro, quien a través de su cabaña La María Lucia, ubicada en Leones, fue un referente de la ganadería argentina en las razas Polled Hereford, Shorthorn y Angus; y luego, ya con la autonomía que le dieron su formación profesional (es médico veterinario) y su convicción de servicio. A medida que iba creciendo, participó de todas las actividades de la Sociedad Rural Argentina (SRA). “Comencé desde muy joven como secretario de jurado en la pista de Palermo, luego fui secretario del comisario de raza, comisario de raza, comisario de pabellón, coordinador de los desfiles”.
Luego asumió la responsabilidad de ser delegado de la entidad en Marcos Juárez; y en 2009, con la presidencia de Hugo Luis Biolcati, ingresó a la comisión directiva y comenzó a desarrollar su acción gremial en el distrito cuatro de la entidad en Córdoba, función que ocupa en la actualidad, según sostiene el dirigente cordobés que encabeza la lista Unidad y Acción en las próximas elecciones en la Sociedad Rural Argentina (SRA), previstas para el 22 de septiembre.
“Mi vida alterna entre el campo, la familia, lo gremial y la cabaña”, confiesa Ferrero, quien además es presidente de la Asociación Argentina de Shorthorn, y participó durante tres períodos de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Criadores de Hereford.
La lista que Ferrero encabeza competirá con la oficialista que conduce Nicolás Pino, actual presidente de la entidad y que va por la reelección. El padrón habilitado para votar cuenta con alrededor de 3.700 socios, radicados en todo el país, desde Ushuaia hasta La Quiaca, que podrán sufragar bajo la modalidad por correspondencia postal (ya están enviando sus votos) o de manera presencial, durante la asamblea que se realizará en 22 de septiembre.
¿Por qué la idea de presidir la Sociedad Rural Argentina?
Porque tengo algo más para darle a la entidad, que es mi segunda casa, y estoy convencido de que quedarse en un café, criticando y sin propuesta, no va a cambiar las cosas. Cuando un grupo de socios importantes de la entidad vio en mí una persona que podía llevar adelante los valores centenarios de SRA y una acción gremial fuerte, lo asumí con mucha responsabilidad y estamos trabajando para llevarlo a cabo.
¿Lo acompaña una mujer en la conducción?
Trabajamos en la propuesta junto con Mercedes Lalor, una productora con mucha trayectoria gremial en el interior de la provincia de Buenos Aires, en especial durante el conflicto por la resolución 125. Fue la primera mujer en presidir la Sociedad Rural de Villegas (provincia de Buenos Aires) y la primera mujer directora de la SRA. Tenemos un gran equipo, con renovación, que es muy importante, y con ganas de llegar a conducir la Rural en pocos días.
¿Cuáles son los lineamientos de la propuesta?
Es volver a los valores de la entidad, basados en el federalismo. La mayoría de los integrantes de Unidad y Acción viven en la zona donde van a representar a la Rural; son productores genuinos que conocen la realidad de su zona y sin compromiso político partidario. Es un grupo que está con muchas ganas de recuperar el liderazgo que ha tenido la Rural y la Mesa de Enlace en los reclamos, y de volver a los valores que le han dado la trascendencia a la entidad a lo largo de sus más de 150 años.
¿La gestión gremial y la institucional van de la mano?
Como cabañeros y criadores de animales de pedigrí, y usuarios de los servicios de la SRA, sabemos muy bien que hay mucho por mejorar, en cuanto a calidad y costos de esas prestaciones. También tenemos un equipo de destacados profesionales trabajando fuertemente en el área de educación. La Sociedad Rural Argentina tiene los tres niveles de educación: un instituto agropecuario en la ciudad de Realicó, en la provincia de La Pampa; el Instituto de Enseñanza, Estudios y Extensión Agropecuaria (Isea), y otro para la formación de dirigentes agropecuarios, a través del Centro de Estudios e Investigación para la Dirigencia Agropecuaria (Ceia). Estamos convencidos de que la educación es una inversión muy importante por la que la entidad debe seguir apostando. Debemos formar profesionales destacados en el sector agroindustrial en diferentes niveles, desde operarios, técnicos, hasta académicos. Tenemos además el firme propósito de recuperar la ascendencia internacional que tiene la Rural en varias instituciones globales. Volviendo a tener competencia y presencia para la promoción y la difusión de los productos que genera el campo argentino en el mundo. Si bien es un rol del Estado, la Rural supo tener una injerencia muy fuerte en ese trabajo y que estamos dispuestos a recuperar. Estamos convencidos de llevar adelante una propuesta integral para todos los socios, con integrantes que no sólo han estado en los piquetes, sino también en los despachos de los funcionarios de turno presentando propuestas.
¿Cómo plantearán la estrategia gremial en la relación con el Gobierno nacional?
La idea es extrapolar el funcionamiento de la Mesa de Enlace de Córdoba. A través del trabajo conjunto, hemos generado una confianza entre las cuatro entidades en la provincia que ha permitido, a partir de una relación público-privada, materializarla en políticas de Estado como, por ejemplo, el Fondo de Desarrollo Agropecuario, que asigna recursos específicos para infraestructura del sector.
¿Es posible llevar a nivel nacional el modelo de Córdoba?
Estoy convencido de que es posible y que se puede llevar a nivel nacional el modelo gremial construido en Córdoba. Por supuesto, con los matices nacionales que la relación requiere. Para que eso se produzca, primero hay que generar un ámbito de confianza entre los miembros de las entidades para tener bien claro hacia dónde se quiere ir. A partir de ahí, comenzar a comprometer a los funcionarios de turno y también de la oposición en políticas de largo plazo. Siempre manteniendo firme la convicción de lo perjudicial que resultan para el sector agropecuario las retenciones y las intervenciones comerciales, que no sólo afectan a las empresas agropecuarias, sino también al desarrollo del interior y el federalismo. Estamos ante un modelo centralista que ha fracasado, y que se refleja en los niveles de pobreza y en una inflación que licúa los ingresos y que va a acumular en el año una cifra de tres dígitos. Tenemos el firme propósito de trasmitirles tanto al Gobierno como a la población que el campo es la herramienta para sacar al país adelante.
¿El desafío es también lograr que el habitante urbano se convenza de la importancia que tiene el sector agropecuario?
La comunicación ahí es un aspecto clave. Me gustaría terminar mi mandato con ciudadanos que están orgullosos de vivir en un país agropecuario y que es productor de alimentos de alto valor. Hoy no lo tenemos, pero estoy convencido de que cuando la ciudadanía conozca definitivamente lo que genera el sector, les va a exigir a los políticos medidas de fomento para su desarrollo.
Por: Alejandro Rollán
Fuente: La Voz del Interior