El presidente tuvo gastos “inesperados” ocasionados por la pandemia de Covid-19, pero también recursos “extraordinarios”.
Al anunciar el intento de “capturar parte de la renta inesperada que no es producto de un aumento de la inversión adicional, sino que es producto del shock que implica la guerra que hace posible que sectores de nuestra sociedad tengan la posibilidad de tener una renta que es extraordinaria” el presidente Alberto Fernández omitió mencionar que su administración también dispuso de recursos “inesperados” y “extraordinarios”. La verdad sea dicha: tuvo gastos “inesperados” ocasionados por la pandemia de Covid-19, pero también recursos “extraordinarios”.
El año pasado se esperaba que la cosecha de cereales y oleaginosas tuviera un valor global de 28 mil millones de dólares, pero por los altos precios del mercado internacional finalmente se comercializó en aproximadamente 38 mil millones de dólares. Por supuesto, esos 10 mil millones de dólares de diferencia no fueron propiedad del gobierno que, de cualquier modo, dispuso de unos 2.500 millones (capturados a través de retenciones y otros impuestos) más de los que preveía cuando comenzó la campaña agrícola.
También el año pasado, el gobierno del presidente Fernández obtuvo unos 2.250 millones de dólares provenientes del “Aporte Solidario y Extraordinario” a las grandes fortunas y dispuso de casi 4 mil millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional permitió que se transformaran de Derechos Especiales de Giros (la “moneda” del organismo multilateral) en recursos utilizables por los países que los necesitarán. Este año el FMI prepara nuevos beneficios para países pobres a través de un “Fondo de Resiliencia” que para la Argentina significarán unos 1.300 millones de dólares adicionales.
Fuente: Revista Salvador