Un nuevo informe de la BCR informa sobre el corrimiento temporal de “La Niña”, modificando las perspectivas para los cultivos, con buenas noticias para el maíz temprano y alertas sobre la posibilidad de escasez de agua para la soja en 2025.
En base a un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, la evolución de “La Niña” para la campaña gruesa 2024/25 trae tanto buenas como malas noticias para el sector agrícola. Los datos actualizados por organismos internacionales muestran un significativo corrimiento en el tiempo de los valores más bajos de enfriamiento en el Pacífico, lo cual podría cambiar el impacto esperado de “La Niña” sobre los cultivos en las regiones productivas clave del país.
Para la primavera de 2024, las proyecciones ofrecen un escenario más favorable para la siembra temprana de maíz. Este cultivo, que ha mostrado un crecimiento sostenido durante los últimos nueve ciclos, enfrenta ahora una caída interanual estimada del 30% en la región núcleo y del 21% a nivel nacional. Sin embargo, el reciente retraso en la aparición de “La Niña” podría brindar una oportunidad para revertir esta tendencia.
Según el informe, “Hay un claro corrimiento de la curva actual respecto a la de hace 30 días. Se desplazó dos meses hacia adelante. Esto significa que las anomalías más bajas se producirían a partir del 2025”. Este retraso sugiere que las lluvias de septiembre podrían acercarse a valores normales, lo que aliviaría uno de los principales temores de los productores: la falta de agua durante la implantación del maíz.
A pesar de estas buenas noticias para el maíz temprano, el panorama para el verano de 2025 es menos alentador, especialmente para los cultivos de soja de primera. El informe advierte que las condiciones de “La Niña” se intensificarán a partir de enero, aumentando el riesgo de escasez de agua durante el período crítico de estos cultivos.
“La intensidad de ‘La Niña’ sigue siendo moderada, tal como se decía un mes atrás, pero ahora se pronostica que su impacto más negativo se producirá en enero, no en diciembre como se preveía anteriormente”, detalla el documento. Este cambio plantea un desafío significativo para los productores de soja, quienes deberán planificar cuidadosamente sus fechas de siembra para minimizar los riesgos asociados con la falta de agua.
Además, el informe destaca que, a diferencia de la última “Niña” en 2022/23, en esta ocasión no se espera que la neutralidad del Dipolo del Índico potencie la escasez de agua. Este factor, aunque no modifica sustancialmente la preocupación por la sequía, podría aliviar en parte las tensiones en algunas regiones durante los primeros meses del 2025.
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario.