“El precio de desentenderse de la política es ser gobernado por los peores hombres”, dice citando a Platón el autor de esta columna publicada en mdz.
Este es el currículum vitae de uno de los políticos centrales en la actualidad nacional. Tiene 45 años y acá te detallo su trayectoria laboral de los últimos 15:
2020-presente: Asesor presidencial.
2017-presente: Legislador Ciudad de Buenos Aires.
2015: (tomen aire para esta) Subsecretario para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia de la Jefatura de Gabinete de Ministros (¿?¿?).
2013-2017: Docente Facultad Cs. Sociales UBA.
2014-2017: Subsecretario CBC.
2006-2008: Coordinador Plan Estratégico GCBA (lo que sea que eso sea)
Educación: Licenciado en Ciencias Políticas UBA (por supuesto)
¿Conclusiones? La primera y más obvia: la alergia al sector privado y a la productividad es total. La persona en cuestión (que podría ser cualquiera de los miles y miles de tipos que ocupan cargos en todos los niveles del gobierno y del Estado) no estuvo ni cerca de pagar un sueldo, planificar producción, arriesgar capital, innovar, resolver un problema, satisfacer una demanda, invertir o entregar el 60% del fruto de su trabajo. Y sin embargo ahí lo tenés: decidiendo el destino de quienes sí pagan sueldos, planifican producción, arriesgan capital, innovan, resuelven problemas, satisfacen demanda, invierten y entregan el 60% del fruto de su trabajo.
La pregunta que sigue es obviamente ¿Cómo llegamos a esto? Y la respuesta no es ¨porque la gente mala, incapaz, improductiva y resentida se metió en política¨. La respuesta es ¨porque la gente capaz, productiva y noble no lo hizo¨ (o al menos no en la medida suficiente). El problema no es la gente hiper-ideologizada, que vive en una fotocopia de Sociedad y Estado del CBC anclada en el siglo pasado y que ocupan todos los cargos ejecutivos, legislativos y estatales. Esa gente no podría hacer otra cosa, es lógico que se metan en política. ¿Qué otra cosa iban a hacer que no sea ¨militar¨ o ¨estar en la lucha¨ (de nuevo, lo que sea que eso sea)? El problema es que el sector que hace el mayor aporte al PBI nacional está completamente subrepresentado en las decisiones gubernamentales por no involucrarse lo suficiente. El problema, productores agropecuarios, son ustedes.
En Argentina no hay suficiente producción, exportaciones y reducción de pobreza porque quienes más saben (de hecho, son los mejores del mundo) sobre producción y exportaciones están intentando producir y exportar en un infierno fiscal y regulatorio. Como intentar nadar en el Sahara. Cuando lo que deberían estar haciendo es primero preocuparse y trabajar para crear las condiciones para que producir sea viable. Y recién después mandarse de lleno a hacer lo que mejor saben: generar riqueza. Primero afilar el hacha y después cortar la leña. Hace décadas que ustedes cortan leña con un hacha desafilada.
“Ah, pero sí nos involucramos. Organizamos una marcha en San Nicolás”. Emh… discúlpenme, los gobernantes a quienes estaba apuntada esa marcha no saben ni dónde queda San Nicolás. Ni les importa. Solo les importa seguir viviendo del trabajo de ustedes. Y lo están logrando. La marcha debió haber sido ¨El 9 de julio a la 9 de Julio¨ y reventar la capital de tractores y camionetas. Y eso solo para empezar.
Hoy el destino de todos ustedes, sobre todo de los ganaderos, está en manos de un inútil que la única vez que vio una cosechadora fue en una publicidad del Farm Simulator mientras jugaba a la PlayStation. Y a quien lo único que le interesa es cobrarse venganza por la paliza que le dieron a su corrupta madre en 2008. ¿Van a permitirlo? Lo están haciendo.
Con mucho dolor les digo que si quieren un cambio se tienen que involucrar. Nadie va a hacerlo por ustedes. Ya sé que, pese a todo, el trabajo y ambiente de ustedes es el mejor y más divertido del mundo. Y que dejarlo para meterse al bodrio traicionero de la política es un bajón casi tan aburrido como ser ¨Subsecretario de la Reforma de Coso¨. Pero no queda otra.
Sino vean los principales candidatos de la oposición. En una de las principales provincias agropecuarias del país uno de ellos habla con mucha naturalidad de pasar del ejecutivo al Congreso la potestad de manejar las retenciones al agro. Cuando lo que en realidad se necesita es gritar con contundencia que las retenciones son un robo y deben ser completamente eliminadas. Si el candidato en cuestión quiere volver a la CABA a sembrar soja en las macetas de la 9 de Julio y cobrarse retenciones, allá él. Pero la producción de los productores es de los productores. Y robarlas es un crimen. Robarlas es condenar al atraso y a la pobreza a todo el interior del país. Y sobre el otro candidato, qué decirles. Declaró hace poco que en el campo “no hay innovación ¨. Y lo dejo ahí porque me voy a morir de la vergüenza ajena.
Miren y copien a Amalia Granata. Agarró una causa que a ella le era significativa y se mandó. No le importó ser mayoría o ser minoría. Le importó ser. Y la votaron. Contra todo pronóstico el 15% de los santafesinos la votaron. Y ahora está a un paso del Senado Nacional. ¿Por qué no hacen lo mismo ustedes? ¿Por qué no hay en cada provincia un candidato que sea 100% del campo? ¿Por qué siempre tienen que ir detrás y mendigando migajas de gente infinitamente menos capaz que ustedes? Y ya sé que su sector no es homogéneo, y hay mil matices y mil regiones y lo que sea. Pero en lo fundamental están de acuerdo: déjenme producir, déjenme emplear y despedir, déjenme exportar y no me roben lo que produzco. Fin. No necesitamos candidatos apoyados por el campo. Necesitamos candidatos que sean el campo. Los necesitamos a ustedes.
Ya sé que muchos están metidos. Pero son la excepción y no la regla. Ya sé que la gestión de agroindustria del anterior gobierno, de la que muchos de ustedes fueron parte, fue la mejor de la historia (por simplificaciones burocráticas, digitalización, apertura de mercados, etc..). Pero no alcanza. Como dijo el último ingeniero que gobernó este país: el Estado argentino es empujar una piedra cuesta arriba, si te detenés retrocede. Hay que meterse hasta nivelar el terreno, hasta estar representados desde el Congreso Nacional hasta el Concejo Deliberante del pueblo más recóndito. Hasta lograr las condiciones que consoliden los cambios que permitan una verdadera Argentina capitalista y sin pobreza.
Necesitamos que a lo largo y ancho del país frenen un toque los tractores y cosechadoras, dejen el barro del campo (donde la política se robó el asfalto) y se metan al barro de la política. Concejales, intendentes, legisladores, gobernadores y presidentes. En todas las elecciones tiene que haber alguien 100% de ustedes. Aunque no gane. Tiene que estar.
Sean como el general Máximo de la película Gladiador. Personaje admirado en todo el planeta, quien era un agricultor. Pero cuando aparecieron los bárbaros a amenazar la grandeza de su Imperio, se calzó la armadura, agarró una espada, fue a la guerra y los hizo pedazos.
¿Quieren un ejemplo más cercano? Ustedes me recuerdan a Los Pumas de antes del 2007. Un rejunte de luchadores con un talento superlativo y una garra únicos en el planeta insertados es una estructura a la que le faltaba el profesionalismo para desplegar todo el potencial que tenían. Hasta que algunos de ellos colgaron los botines, dejaron la cancha y se metieron a las oficinas. Y con paciencia, método, mucho trabajo, muchos errores y mucha planificación llevaron el rugby argentino cada vez más alto. Hasta ganarle a los All Blacks.
Nada más. Ya sé que mi parte es la más fácil. Soy solo un cuatro de copas, profesor del conurbano que los chicanea por el diario. Lo dejo acá porque si mi abuelo se entera de que le levanté el tono a un agricultor resucita de su tumba y me vuela la cara de un bife. Pero sepan que somos muchísimos los que estamos con ustedes. Ojalá se involucren más en todos los niveles de la política. Tienen con qué.
Vayan por ese camino. Basta de pedir permiso. Basta de pedir perdón. Métanse en política y defiendan su producción.
Por: Santiago Morgan, padre de familia, ingeniero y profesor de matemática
Fuente: mdz online