“A principios de agosto el porcentaje de ocupación de los corrales era del 66,5%, 3 puntos porcentuales más que en julio” calculó el consultor Ignacio Iriarte.
El analista de la cadena de ganados y carnes Ignacio Iriarte advirtió que “la recría perdió contra la sequía” y “terminó en los corrales”.
“A principios de agosto el porcentaje de ocupación de los corrales era del 66,5%, 3 puntos porcentuales más que en julio” señaló, en un artículo publicado en el diario La Voz del Interior, el especialista.
La opinión de Ignacio Iriarte
Según el informe de la Cámara Argentina de Feedlot, a principios de agosto el porcentaje de ocupación de los corrales era del 66,5%, 3 puntos porcentuales más que en julio y prácticamente al mismo nivel que para los meses de agosto de los años 2017 a 2020.
En la mayoría de los años, el nivel máximo de ocupación se logra en junio/julio para luego ir declinando en el segundo semestre, pero este año el máximo nivel de llenado de corrales se estaría observando en agosto con una reposición de 123 animales por cada 100 cabezas que se venden, lo que indicaría que al menos en el corto plazo los feedlots se siguen llenando.
Esto surge de la encuesta mensual de la Cámara Argentina de Feedlot pero si tomamos los registros del Ministerio de Agricultura de la Nación elaborados sobre un universo de 1,7 millones de animales encerrados, las entradas al corral del cuatrimestre abril/julio (último dato disponible) resultan un 23% inferiores a igual período del año anterior. En la serie “Movimientos de Invernada” también publicada por la cartera agropecuaria, vemos que la entrada de “terneros y terneras” a los feedlots resulta en el cuatrimestre abril/julio de este año un 21% inferior a enero/junio de 2020.
La mayor entrada a los corrales de los últimos 2 meses, según operadores que hemos consultado, obedecería en buena medida al fracaso de las recrías, muy afectadas por la seca y por el achicamiento de los campos, que habrían obligado a encerrar anticipadamente. El margen bruto del feedlot mostraría hoy una rentabilidad muy modesta para el novillito o vaquillona muy liviana (sin contar el costo del dinero) y pérdidas muy importantes para el engorde del novillo con pesos de faena de 400 a 450 kilos.
La mayoría de los corrales ha perdido entre 20% y 25% de su capital de trabajo, entre fines del año pasado y principios de 2021. La faena de novillitos en julio último se ubicó un 15% más abajo del año pasado mientras que la faena de vaquillonas se redujo un 16% y la matanza de terneros y terneras (después de varios años de caída) se encuentra hoy estabilizada en volúmenes muy reducidos.