La siembra de trigo finalizó esta semana con la incorporación a nivel nacional de 6,5 millones de hectáreas, sin cambios respecto a lo implantado en la campaña 2020/21, informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
Tras la implantación de poco menos de 20.000 hectáreas, las labores culminaron en los últimos días con la implantación de los últimos lotes en el centro y sur de la provincia de Buenos Aires.
“Las precipitaciones acumuladas durante el fin de semana pasado permitieron implantar los cuadros remanentes de trigo, además de impulsar la emergencia de lotes recientemente incorporados, demorados por las temperaturas frías y falta de humedad en suelos”, indicó la entidad bursátil.
Si bien el área se mantendrá sin cambios, según la BCBA, se espera una producción de 19 millones de toneladas, que de concretarse significaría un incremento respecto a la campaña anterior de dos millones de toneladas. No obstante a las lluvias que permitieron recomponer la humedad de los suelos y completar así los trabajos de siembra, “sobre el norte del país, se profundiza el déficit hídrico afectando el desarrollo de los cuadros más avanzados”, advirtió la BCBA.
En las regiones NOA y NEA, la condición de cultivo entre regular y mala superó el 50% del área implantada. “Más del 40% del cereal transita etapas desde encañazón hasta floración, bajo condiciones de sequía, con plantas de escaso macollaje y pobre crecimiento. Ante esta situación se informa la posibilidad de resignar los cuadros más comprometidos, destinándolos únicamente a cobertura”, indicó el informe.
En paralelo, en la provincia de Córdoba, el efecto combinado de las heladas con la falta de lluvias “continúa demorando el desarrollo de los lotes y reduciendo el macollaje, impactando negativamente en el potencial del cereal”. Sin embargo, en los núcleos norte y sur y en el centro-este de Entre Ríos, los recientes registros de lluvias facilitaron la recuperación luego de las heladas y ayudando a la incorporación de los fertilizantes.
Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que la siembra del cereal de invierno alcanzará las 6,9 millones de hectáreas. Si bien con este hectareaje, la entidad podría calcular una producción cercana a los 21 millones de toneladas, debido a que “el escenario de normalidad climática se aleja por los problemas de falta agua”, la cosecha proyectada se ubicó en 20,1 millones de toneladas.
“Las lluvias de la primera mitad del invierno de este año están muy por debajo de los acumulados medios históricos de los últimos treinta años, tal como pasaba en el 2020”, marcó la entidad rosarina.
En este sentido, agregó: “por delante hay 10 días más sin lluvias a la vista, y se encienden los temores de que se repita la historia del año pasado, la de tener una salida del invierno seca y una primavera que no cumpla con las lluvias promedios”.
Por otro lado, también concluyeron los trabajos de siembra de cebada sobre un área de 1,15 millones de hectáreas, una superficie 27,8% superior a la registrada en el ciclo anterior.
La implantación culminó con un aumento de 250.000 hectáreas con respecto a la campaña pasada, impulsada por mejoras en la relación insumo/producto.
Gran parte de la superficie sembrada con cebada se encuentra transitando el periodo de macollaje, con “demoras en su crecimiento como consecuencia de las bajas temperaturas”, concluyó la entidad bursátil.