La Bolsa de Cereales publicó su Perspectiva Agroclimática Estacional para el área agrícola del Conosur correspondiente a junio.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires publicó la Perspectiva Agroclimática Estacional, elaborada por el ingeniero agrónomo Eduardo M. Sierra, en la que señala que la cosecha de los últimos lotes de cultivos estivales marca el final de la campaña 2020/2021, cuya marcha climática sufrió fuertes anomalías, que incidieron negativamente en la producción del agro argentino.
Paralelamente, el inicio de las siembras de los cultivos invernales, marca el inicio de la campaña 2021/2022, cuyos rasgos climáticos apuntan a ser más benignos que los de la temporada anterior, aunque no totalmente exentos de riesgos.
Como es usual durante la estación de otoño, en estos momentos, el sistema climático atraviesa una transición hacia el escenario que dará marco a la campaña que se inicia.
El Océano Pacífico Ecuatorial conserva una amplia franja con temperaturas por debajo de lo normal, que constituyen un residuo de “La Niña”, observada en la temporada anterior, previéndose que, durante lo que resta del otoño y el invierno, mantendrá un estado “Neutral Levemente Frío”, pasando a “Neutral Frío” al llegar la primavera.
La mayor parte del Océano Atlántico observa un fuerte calentamiento, pero el litoral argentino ha comenzado a enfriarse, debido al avance hacia el norte de la corriente fría de Malvinas, haciendo que la entrada de humedad sólo llegue a las áreas costeras y no logre extenderse hacia el interior del área agrícola.
La actividad del Polo Sur es prácticamente neutral, pero se prevé que volverá a alcanzar valores negativos por debajo de lo normal desde mediados de julio de 2021 hasta mediados de enero de 2022, impulsando masas de aire frío y seco hacia el interior del Cono Sur, si bien este proceso no alcanzaría una intensidad tan elevada como durante la campaña precedente.
Aunque todavía no puede hacerse un diagnóstico definitivo, es posible señalar que la campaña 2021/2022 apunta a una evolución menos perturbada que la observada en 2020/21, pero no exenta de riesgos.
Entre dichos riesgos se destaca la posibilidad que, a partir de diciembre de 2021, se desarrolle un amplio foco sequía, que se prolongaría a lo largo del verano 2022, afectando a gran parte del oeste y centro del área agrícola argentina, el Paraguay y el Sur del Brasil.