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La competencia por las exportaciones es feroz

La producción láctea crece con fuerza en las principales regiones del mundo y genera una presión inédita sobre los precios, según un análisis del newsletter Dairy Business.

El newsletter especializado Dairy Business describió un escenario internacional marcado por un fuerte aumento de la producción y una presión creciente sobre los precios, con efectos que ya se sienten en todos los mercados. La recuperación de volúmenes en las principales cuencas del mundo y la abundancia de oferta generaron una competencia feroz por las exportaciones, en un contexto donde la demanda internacional no acompaña el ritmo de crecimiento de la oferta.

Exceso de producción

Según el análisis de Dairy Business, los mercados lácteos atraviesan un período de sobreabundancia. Nueva Zelanda registró en octubre un aumento del 2,8 % en su producción de leche respecto del año anterior, un dato significativo para el pico de su ciclo, caracterizado por una fuerte estacionalidad. A mitad de la campaña 2025-26, la recolección de sólidos lácteos supera en 3,4 % el ritmo de 2024-25, y gran parte de ese excedente se vuelca al mercado externo.

En China, tras 15 meses de caída, la producción de leche mostró una recuperación inesperada en septiembre. Ese repunte, combinado con una demanda interna débil, podría reducir las importaciones en los próximos meses.

Pero el mayor incremento se observa en el hemisferio occidental. En Estados Unidos, la producción superó los niveles del año anterior en 4,1 % en julio, 3,4 % en agosto, 3,8 % en septiembre y 3,7 % en octubre, conformando el crecimiento interanual más acelerado en cuatro meses desde 2012. En Europa, tras un comienzo lento, las recolecciones de septiembre subieron 4,2 %, y en octubre avanzaron 5,3 %. Si se incluye el Reino Unido, la producción de octubre trepó 5,5 % interanual.

Entre los cinco mayores exportadores lácteos (Unión Europea, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Australia, Bielorrusia), la recolección de leche creció 4,3 % en octubre, el ritmo más alto desde 2014. Este incremento simultáneo explica la fuerte presión sobre los precios internacionales.

Mercados en baja

La abundancia de oferta derivó en una caída sostenida en la subasta Global Dairy Trade (GDT), donde el índice acumuló ocho eventos consecutivos con pérdidas. La última baja, del 4,3 %, lo llevó a su nivel más bajo desde comienzos de 2024. Los productos grasos registraron descensos pronunciados: el valor de la grasa láctea anhidra cayó 9,8 % respecto de la subasta de fines de noviembre y la manteca se desplomó 12,4 %. La leche desnatada en polvo alcanzó su precio más bajo en más de dos años, mientras que la leche entera en polvo marcó un nuevo piso anual.

Impacto en EE. UU.

En Estados Unidos, los precios locales acompañaron la tendencia. Tras el fin de semana de Acción de Gracias, el precio spot de la manteca en la CME (Chicago Mercantile Exchange ) tocó un mínimo de varios años de 1,43 dólares por libra, aunque luego recuperó hasta 1,4775 dólares. El cheddar en bloques cayó otros 17 centavos en dos semanas y cerró en 1,38 dólares, su nivel más bajo desde mediados de 2023. Con valores tan deprimidos, la manteca estadounidense se volvió la más barata del mundo, sosteniendo exportaciones en niveles récord, aunque la presión europea podría afectar las ventas externas de queso.

En los polvos lácteos, la tendencia mostró variaciones menores: la NDM (Nonfat Dry Milk- leche descremada en polvo) cayó 1,25 centavos en dos semanas y cerró en 1,17 dólares, mientras que el suero en polvo bajó 1,5 centavos, aunque se mantiene en valores elevados de 74,5 centavos.

Expectativas y futuros

Los futuros de Clase III (correspondiente a la leche utilizada para fabricar queso, suero en polvo y productos derivados del queso) anticiparon la baja del mercado del queso y luego mostraron cierta recuperación. Para diciembre, siguieron el retroceso de los precios spot, pero los contratos de 2026 rebotaron desde los niveles extremadamente bajos del 21 de noviembre. El primer trimestre se mantiene en torno a 15 dólares, mientras que el contrato de abril avanzó hasta 16,25 dólares por quintal.

La Clase IV (correspondiente a la leche destinada a la elaboración de manteca y leche en polvo descremada), en cambio, continúa con tendencia descendente: el contrato de diciembre cayó 8 centavos en dos semanas y cerró en 13,72 dólares, y las proyecciones mantienen precios por debajo de 15 dólares hasta la segunda mitad de 2026.

Un sector bajo presión

Los precios actuales reavivan interrogantes sobre la duración de la crisis del sector lechero. Según Dairy Business, el sacrificio de vacas lecheras superó los niveles del año anterior en 3,8 % en las cuatro semanas previas al 22 de noviembre. Sin embargo, lejos de mostrar señales claras de contracción, el rodeo lechero de Estados Unidos es hoy 200.000 cabezas mayor que un año atrás, por lo que se espera que el descarte siga en niveles moderados.

Pese a la debilidad en los precios, las conversaciones con productores muestran que los planes de expansión continúan. Varios proyectos de ampliación de tambos están próximos a finalizar, y quienes llevan años de inversión y planificación no están dispuestos a abandonar la actividad ante las primeras dificultades. Además, muchos tambos que dependen de ingresos de Clase I (Leche destinada a consumo fluido) o Clase III (leche destinada a la fabricación de queso, suero en polvo y subproductos derivados del queso) aún mantienen márgenes positivos. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) informó un precio de 17,18 dólares/cwt (17,18 dólares por cada 45,36 kilos de leche cruda) para la Clase III de noviembre, 27 centavos por encima de octubre. Con menores costos de alimentación y altos ingresos por la venta de carne, ese valor supera el costo de producción de muchos establecimientos.

La situación es distinta para los productores orientados a Clase IV, con precios de 14,30 dólares en octubre y 13,89 dólares en noviembre, y perspectivas que continúan a la baja.

Mirada hacia adelante

Si bien algunas regiones -como el noroeste del Pacífico- enfrentan descuentos significativos y mayor presión financiera, a nivel nacional el número de vacas sigue aumentando. Históricamente, se requieren seis meses de márgenes negativos para forzar una contracción sectorial, y según Dairy Business ese proceso recién comienza a insinuarse.

En un escenario dominado por excedentes de producción, precios internacionales en caída y márgenes ajustados, la competencia por las exportaciones se vuelve cada vez más intensa. El mercado global, concluye el informe, entra en una etapa donde solo los costos más eficientes y la mayor escala permitirán sostener rentabilidad en el corto plazo.