Inicio Agenda y Eventos Drones y agricultura digital llegan a “La génesis del vino” 🔊

Drones y agricultura digital llegan a “La génesis del vino” 🔊

La presencia de JVLB Agro en las Jornadas Bodegas de Salta busca impulsar la adopción de drones y servicios digitales en viñedos de altura.

En la antesala de Las Jornadas Bodegas de Salta – “La génesis del vino” – Edición Banco Nación, la tecnología ocupará un lugar destacado dentro del programa. Entre las soluciones que llegarán a Cafayate el 3 y 4 de diciembre, los drones aparecen como una herramienta con fuerte potencial para la viticultura de altura. En este marco, JVLB Agro confirmó su participación con la intención de acercar su experiencia y mostrar el alcance real que esta tecnología puede ofrecer a productores, agrónomos y bodegas de los Valles Calchaquíes.

Juan Manuel del Cerro, titular de JVLB, explicó en el programa Claves del Campo (AM 840 – Radio Salta) que la decisión de sumarse al evento responde a la filosofía de la firma: estar cerca del productor y mostrar, en el territorio, cómo los drones pueden resolver problemas que la vitivinicultura arrastra hace tiempo. “Estamos convencidos de que es una herramienta que viene a ofrecer soluciones concretas. Queremos llevar la experiencia a la puerta de cada producción”, señaló.

Si bien JVLB se volvió una referencia en cultivos extensivos, con capacitaciones permanentes y numerosas entregas de equipos, Del Cerro recordó que la adopción de la aplicación con drones nació en producciones intensivas. “Frutillas, tabaco, invernaderos, caña: ahí empezó todo. Lo extensivo ganó visibilidad cuando aparecieron modelos de gran porte como el DJI T100, pero la tecnología nació para lo intensivo. Por eso queremos llegar al bodeguero y al productor de viña: es un segmento donde todavía no se ha adoptado y donde puede aportar muchísimo”.

Además de la pulverización, el especialista subrayó que uno de los mayores aportes del dron es la eficiencia. A través de aplicaciones precisas, relevamientos y prescripciones con imágenes, los drones permiten optimizar tiempos, insumos y decisiones. “Hay muchos factores que el productor no maneja: clima, precios, rinde. Pero sí puede manejar qué tan eficiente es su trabajo. Y lo que impacta en eficiencia repercute directamente en el bolsillo”, dijo Del Cerro, quien además remarcó que el manejo del dron es mucho más simple de lo que muchos imaginan.

Respecto a costos, Del Cerro afirmó que la tecnología es más accesible de lo que se piensa: “Hoy un dron capaz de pulverizar 4 o 5 hectáreas por vuelo y de cubrir 150 hectáreas en un día cuesta menos de 25 mil dólares. Y lo podés financiar en pesos o dólares, incluso sin interés. Vale menos que una camioneta usada y brinda eficiencia, comodidad y calidad de trabajo”. La amortización, aclaró, dependerá del tamaño de la explotación, pero cada productor puede también optar por contratar el servicio en lugar de adquirir el equipo.

La expansión de la tecnología abrió dos caminos: productores que compran su propio dron y contratistas que lo utilizan para brindar servicios. Para Del Cerro, ambos caminos son viables en la etapa actual y, de hecho, en los Valles Calchaquíes existe una oportunidad concreta: “Hoy no hay un servicio especializado en la zona. ¿Por qué no ser el primero en ofrecerlo a las bodegas y luego, según su escala, evaluar si adquieren su propio equipo?”, planteó.

JVLB también ofrecerá soluciones complementarias que ya se utilizan en otras regiones vitivinícolas, como drones de relevamiento y sistemas selectivos para control de malezas. Además, la empresa trabaja con banderilleros, guiados, pilotos automáticos y monitores de siembra, tecnologías que comienzan a encontrar su lugar en sistemas conducidos por callejón y espaldera.

Finalmente, Del Cerro destacó la importancia del respaldo técnico. JVLB entrega los equipos con capacitación completa -certificada por DJI Academy- y un esquema de posventa que incluye servicio técnico, repuestos y acompañamiento. La empresa incluso dispone de equipos demo para pruebas en campo. “Lo más importante es que el productor pueda ver el dron volar sobre su viña, que pregunte, que critique, que lo pruebe. Ahí es donde se convence de que es una herramienta complementaria, accesible y necesaria para ganar eficiencia”, cerró.