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Aapresid 2025: el campo frente al desafío tecnológico

Especialistas analizaron en el congreso las nuevas tendencias que impactan en la producción agropecuaria, con un enfoque en la inteligencia artificial, la biotecnología y las energías renovables.

El Congreso Aapresid 2025, realizado en conjunto con Expoagro en el predio de La Rural, puso el foco en el futuro del campo. Con la Innovación y la AgTech como uno de sus ejes principales, el evento reunió a especialistas para debatir sobre el rol protagónico de la tecnología en el sector agropecuario.

En este contexto, el ingeniero agrónomo Guido Di Mauro y el economista Roberto Bisang compartieron su visión sobre la situación actual y los desafíos que la industria enfrenta. Bisang, en particular, destacó el rol de la tecnología como motor del desarrollo.

“La tecnología empezó a ser un bastión del agro”

El Lic. en Economía y consultor, Roberto Bisang, en su panel titulado: “Agro del futuro: ¿Cómo será producir en un entorno más complejo?”, sostuvo que la Agrobioindustria se encuentra entre los tres sectores disruptivos de la economía argentina, junto con servicios de conocimiento básico y combustibles no convencionales, “absorbiendo dos tercios en términos de facturación”, lo que la convierte en un “motor de la Argentina futura”.

“Con los últimos desarrollos de inteligencia artificial, biotecnología en los ‘90, el primer paquete de siembra directa, etc., la tecnología empezó a ser un bastión del agro, cosa que no había ocurrido nunca en la historia universal. Por primera vez un cambio tecnológico tiene lugar en lo biológico”, resaltó Bisang durante su participación, en el panel desarrollado en la Sala Syngenta, compartido con Pablo Mércuri, investigador del Centro de Investigaciones en Recursos Naturales del INTA.

Al referirse a la proyección a largo plazo remarcó el surgimiento del Paradigma 4.0 -inteligencia artificial, automatización y robotización, la biotecnología, trazabilidad y blockchain, y energías renovables- como un cambio sustancial en términos de concepción del negocio.

A su vez, describió que “la tecnología va sobre la naturaleza, y al campo le pide alimentos, energía, materiales y sostenibilidad. Con lo cual estamos frente a la posibilidad de armar un modelo de desarrollo que potencie al campo. En este entorno complejo serán exitosos quienes sean más flexibles y se adapten al futuro de gestionar el campo de manera multifacética, teniendo en cuenta las nuevas profesiones y conocimientos tecnológicos.

En tanto, en la Sala Rizobacter, el Ing. Agr. Guido Di Mauro, docente e investigador en la Universidad Nacional de Rosario y del Iicar-Conicet, habló de “La nueva brecha: Tecnología y Agronomía”.

El profesional destacó que existe “un margen para aumentar la productividad un 38% y una oportunidad del 65% para incorporar tecnología, con lo cual lo que debemos plantearnos es cómo hacer mejor las cosas”. En este sentido, resaltó que la clave está en “Estar enfocados en cuál es el problema que queremos solucionar con la tecnología por dos motivos: para que sea útil cuando llegue y para guiar a la gente que la genera, de forma que no se desarrollen tecnologías para problemas que no existen”.

Sobre las transformaciones que se vienen en el agro, detalló que “actualmente estamos comenzando con la Agricultura 4.0 con la aparición de plataformas digitales, internet de las cosas, big data, inteligencia artificial y la maquinaria automática”.

De todas formas aclaró “que estén disponibles, no significa que las estemos utilizando”. En este sentido aseguró que Argentina en promedio tiene una adopción de tecnología digital del 35%, siendo las más adoptadas las descriptivas que solo ofrecen un resumen del estado de situación, y en mucha menor medida las prescriptivas que involucran analizar y tomar una acción de forma automática”.

Por último, el docente e investigador habló sobre el rol como nexo del agrónomo y su adaptación a la aparición de nuevos actores, quienes “Deben guiar el uso y la generación de información, mediando entre los productores e investigadores, y los ingenieros en sistemas, informáticos, y matemáticos”.