Los eventos transgénicos aprobados incorporan mejoras en el control de plagas y tolerancia a herbicidas. Ambos evento son propiedad de Corteva Seeds Argentina.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación autorizó la comercialización de dos nuevos eventos genéticamente modificados, uno de maíz y otro de soja, mediante las disposiciones 113/2025 y 115/2025, respectivamente. Las aprobaciones, enmarcadas en una política de fortalecimiento del sector agropecuario, incorporan innovaciones tecnológicas que apuntan a mejorar el rendimiento, la sanidad del cultivo y la sustentabilidad productiva.
Nuevas tecnologías para el campo
En el caso del maíz, se trata de un evento cuádruple (DAS‑Ø1131‑3 × DP‑91Ø521‑2 × DP‑2Ø2216‑6 × DAS‑4Ø278‑9) desarrollado por Corteva Seeds Argentina. Este nuevo maíz ofrece protección frente a insectos lepidópteros plaga y tolerancia a múltiples herbicidas, incluyendo glifosato, glufosinato, 2,4‑D y haloxifop. Esta combinación permite un manejo más eficaz y flexible de malezas, incluso aquellas resistentes, y ayuda a demorar la aparición de resistencias en insectos blanco. Además, el evento incorpora un mayor potencial de rendimiento, lo que puede traducirse en mejoras productivas para los productores.
La aprobación fue otorgada tras tres dictámenes técnicos favorables de la Conabia (Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria) y del Senasa, que evaluaron su inocuidad ambiental, alimentaria y para la salud humana y animal. La inscripción de este evento en el Registro Nacional de Cultivares quedará sujeta a la presentación de un Plan de Manejo de Resistencia de Insectos (PMRI).
Por su parte, la nueva soja (evento COR‑23134‑4), también desarrollada por Corteva, expresa tres proteínas insecticidas que brindan control eficaz sobre lepidópteros. La soja también presenta tolerancia a herbicidas inhibidores de ALS, como las imidazolinonas, lo que amplía el abanico de herramientas para el control de malezas en el cultivo.
El evento fue aprobado por unanimidad por la Conabia y Senasa, que concluyeron que no implica riesgos adicionales para la salud humana, animal ni para el agroecosistema. También se exigirá, como en el caso del maíz, la presentación de un plan de manejo de resistencia y la inscripción en el Registro Nacional de Cultivares. Además, su comercialización requerirá gestionar la autorización de importación en China, principal destino del poroto de soja argentino.
Compromiso con la biotecnología
Desde el Ministerio de Economía señalaron que estas decisiones consolidan el liderazgo argentino en biotecnología agrícola y brindan a los productores herramientas más eficaces para enfrentar desafíos productivos y ambientales. Las nuevas tecnologías aprobadas permiten mejorar la competitividad del sector, aumentar la productividad y fomentar un uso más sustentable de insumos en el agro argentino.