Inicio Agricultura El Gobierno oficializó el fin de las retenciones reducidas

El Gobierno oficializó el fin de las retenciones reducidas

La alícuota de retenciones para soja, maíz, sorgo y girasol vuelve a sus valores originales. Trigo y cebada conservarán la alícuota del 9,5% hasta el 31 de marzo de 2026.

El Gobierno nacional publicó este jueves el Decreto 439/2025, mediante el cual se confirma el fin del esquema temporal de retenciones reducidas que regía desde enero y se restablecen alícuotas más altas para los principales cultivos exportables. La medida impacta de lleno en la soja, que vuelve al 33%, mientras que el maíz y el sorgo tributarán un 12% y el girasol un 7%.

El decreto, firmado por el presidente Javier Milei y los ministros Guillermo Francos y Luis Caputo, establece que a partir del 1° de julio se deja sin efecto la rebaja generalizada del 20% sobre los Derechos de Exportación, dispuesta a comienzos de año como parte del programa de incentivo a las liquidaciones.

Trigo y cebada

A diferencia del resto de los cultivos, el trigo y la cebada conservarán la alícuota del 9,5% hasta el 31 de marzo de 2026. Sin embargo, para acceder a este beneficio, los exportadores deberán liquidar al menos el 90% de las divisas en un plazo máximo de 30 días hábiles desde la presentación de la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). En caso contrario, se aplicará la alícuota general del 12%.

La prórroga de esta reducción parcial fue bien recibida en algunas regiones trigueras, aunque desde el sector advierten que el incentivo es limitado frente a los aumentos de costos y la caída de los precios internacionales.

Balance de la rebaja temporal

El régimen de retenciones reducidas implementado a principios de año había tenido un efecto positivo sobre las liquidaciones. Solo en marzo, el ingreso de divisas por exportaciones del agro creció un 20% interanual, alcanzando los US$ 1.880 millones, según datos oficiales. Sin embargo, desde el Gobierno consideran que ese esquema cumplió su ciclo y que ahora es necesario ajustar las cuentas públicas.

Con esta decisión, el Gobierno apuesta a mantener el equilibrio fiscal, pero corre el riesgo de frenar el ritmo de exportaciones justo cuando el país necesita divisas. Los productores, por su parte, deberán recalcular sus márgenes en un contexto de alta incertidumbre climática y financiera.