Con una solicitada en un diario nacional, Apronor advierte que el fin de la baja transitoria en derechos de exportación dejará al agro regional al borde del colapso.
La Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) publicó una solicitada en el diario La Nación para visibilizar una vez más el profundo malestar del sector agropecuario del norte argentino ante la inminente finalización de la baja transitoria de los derechos de exportación (retenciones).
Bajo el título “¡Una muerte anunciada!”, el texto expresa con crudeza una realidad que los productores del NOA y del NEA vienen advirtiendo desde hace tiempo: con el actual esquema impositivo, y en especial con el peso de las retenciones, la producción de granos como la soja y el maíz se vuelve inviable.
La baja parcial y temporal de retenciones, establecida por el decreto 38/2024, vence el próximo 30 de junio. Desde Apronor, se considera que volver al esquema anterior significaría un retroceso respecto del camino virtuoso que había comenzado a trazarse, más aún en un contexto de precios internacionales deprimidos y costos en dólares en alza.
El norte argentino enfrenta condiciones estructurales que lo colocan en desventaja frente a otras regiones del país: menores rindes, mayores distancias a los puertos, una infraestructura deficiente y costos logísticos elevados. Sin embargo, carga con el mismo peso fiscal. Esta situación no solo atenta contra la rentabilidad, sino que está provocando el quiebre de productores, el éxodo rural y la desaparición de comunidades enteras ligadas al agro.
En la solicitada se denuncia también una histórica transferencia de recursos desde las provincias más postergadas hacia las más desarrolladas del país, a través del actual sistema de retenciones, sin una contraprestación acorde por parte del Estado Nacional. Mientras tanto, lo que llega a las zonas productivas del norte es una red vial en emergencia y niveles crecientes de inseguridad.
En mayo, el Gobierno nacional anunció la prórroga de la reducción de retenciones para el trigo y la cebada hasta 2026. Sin embargo, cultivos clave como la soja, el maíz, el girasol y el sorgo quedaron excluidos de esta decisión. El campo del norte reclama que se mantengan las alícuotas reducidas -9,5% para el maíz y 26% para la soja- y, como demanda central, la eliminación total de los derechos de exportación para estos productos.
Por último, desde Apronor, se sostiene que la única salida posible es un sistema impositivo justo, que contemple las particularidades de cada región y que acompañe el desarrollo productivo en lugar de castigarlo.