El Senasa refuerza su vigilancia de enfermedades animales con la colaboración de CEPA y Capia, incorporando nuevas técnicas para la detección de influenza aviar en aves silvestres.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) incorporó nuevas técnicas de muestreo para la detección de influenza aviar en aves silvestres en el marco del fortalecimiento de su sistema de vigilancia de enfermedades animales.
Para ello, realizó un entrenamiento liderado por Pedro Jiménez Bluhm, especialista de la Pontificia Universidad Católica de Chile con experiencia en vigilancia epidemiológica y caracterización de virus influenza tipo A en aves silvestres y otros animales. Las actividades se desarrollaron con la colaboración y el apoyo del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) y la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia), actores fundamentales de la cadena avícola.
En primera instancia, Bluhm brindó una conferencia ante veterinarios del Senasa y nucleados en CEPA y Capia; miembros de la Comisión Nacional de Sanidad y Bienestar de la Fauna Silvestre; y profesionales de servicios sanitarios oficiales de países vecinos, como Chile y Uruguay, en la que compartió su experiencia en la toma de muestras de materia fecal de aves y el diagnóstico molecular en Chile, un proyecto que lleva adelante hace más de diez años.
Posteriormente, se realizó una jornada de experimental a campo en San Clemente del Tuyú (provincia de Buenos Aires) con la participación de profesionales del Programa Nacional de Aves y de la Coordinación General de epidemiología del Senasa, con la colaboración de guardaparques de la Reserva Natural Rincón de Ajó, dependiente del Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires.
La actividad consistió en divisar sitios con asentamiento de aves silvestres y realizar un rastrillaje de la playa para obtener muestras de su materia fecal, utilizando los elementos de protección personal correspondientes. Jiménez Bluhm fue el instructor responsable de supervisar a los grupos de trabajo detallando específicamente las características a tener en cuenta, en las más de 202 muestras que fueron recolectadas.
Las muestras fueron remitidas al Laboratorio Nacional del Senasa, ubicado en la localidad bonaerense de Martínez. Allí se realizó un encuentro en el que participaron representantes del organismo sanitario y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), donde se intercambiaron experiencias acerca de la purificación y diagnóstico molecular de las muestras ambientales, así como también sobre el proceso de identificación de especies de aves involucradas, a través del reconocimiento de ADN.
Cabe destacar que la totalidad de las muestras ingresadas y analizadas en el Laboratorio Nacional arrojaron resultado negativo a influenza aviar y enfermedad de Newcastle.
Estas actividades propician que el Senasa incorpore nuevas herramientas para la detección temprana de enfermedades como la IA, de alto impacto económico en la avicultura, y fortalezca su sistema de vigilancia epidemiológica.