El sector agropecuario se adapta a las demandas del futuro, logrando un incremento del 25% en el recupero de envases vacíos de fitosanitarios.
El sector agropecuario es uno de los más dinámicos y competitivos de la Argentina. Sus productos son requeridos en un contexto donde la innovación y la sostenibilidad toman peso en la agenda internacional. En ese sentido, el trabajo y dedicación de los productores nutre al campo argentino. Detrás de las tareas cotidianas existen historias que dan cuenta de legados familiares que perduran, de vocación y de emprendimientos donde se conjuga el esfuerzo con proyectos de vida. Además, la conciencia ambiental con la que muchos de ellos encaran la producción resulta clave para motivar al resto de la cadena a adoptar cambios de hábitos e impulsar un agro cada vez más sustentable mediante logros tangibles. El aumento del 25% en el recupero de envases vacíos de fitosanitarios durante el primer semestre del año, en comparación con el mismo periodo del 2023, es un claro ejemplo.
La labor de los productores atraviesa a todas las regiones productivas del país. Bibiana Soumoulou, por ejemplo, cultiva trigo, soja, sorgo y maíz en Máximo Paz, sur de Santa Fe, plena zona núcleo. Es quinta generación de productores, dado que fue su tatarabuelo quien se asentó, hace más de un siglo, en la misma chacra en la que ella trabaja hoy en día. Hasta conserva una vid que fue traída por el pionero desde Francia. “La receta para seguir con el emprendimiento familiar es el amor que nuestros antepasados nos transmitieron por el cuidado de la tierra”, explica. En pos de preservar la tierra, Bibiana subraya que siempre están presentes al momento de la pulverización, para asegurarse que se haga de forma responsable. Además, impulsa activamente el manejo adecuado de los envases vacíos de fitosanitarios en el marco del sistema CampoLimpio.
En el centro del país también se produce y de forma sustentable. Nicolás Villa es ingeniero agrónomo, vive en Arizona, San Luis, y trabaja en un campo familiar ubicado en el sur de esa provincia y el oeste de La Pampa. Se trata de un emprendimiento mixto (agrícola y ganadero), que dirige junto a su padre. “Trabajar en un campo familiar te brinda otra perspectiva, uno lo cuida como algo propio, porque es lo que le inculcaron”, dice y agrega: “El campo es como si fuera nuestra casa, entonces nos preocupa que se camine tanto en lo visual, como ambiental. Por eso, juntamos los envases vacíos de la campaña y les brindamos la gestión correspondiente”.
Tucumán es otra zona productiva del país características por sus cultivos frutales. Allí desarrolla su actividad King Berry, empresa dedicada principalmente a la producción de arándanos. Francisco Estrada, uno de sus fundadores, cuenta con 20 años de experiencia en el sector y subraya que el emprendimiento “nació con el chip de certificar sus procesos, porque cumplir con dichos estándares hacen que uno este preparado para participar de los mercados más exigentes, dado que los demandan”. Las prácticas sustentables, entre las que se destaca el manejo responsable de los envases vacíos de fitosanitarios según la normativa vigente, constituyen uno de los capítulos principales de las certificaciones.
Las acciones de productores motivados por el cuidado ambiental permiten que los cambios de hábitos del sector sigan reforzándose. La evolución de CampoLimpio, único sistema formal de gestión de los envases vacíos de fitosanitarios da cuenta de ello. En los primeros seis meses del año no solo aumentó el recupero de plástico, sino que se incrementó en un 75% la cantidad de jornadas de recepción de envases y concientización organizadas. Además, entre 2023 y 2024 se sumaron al sistema las provincias de Santa Fe y Santiago del Estero, permitiendo que el sistema ya esté presente en 21 provincias, con más de 80 Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT).