Los principales empresarios y entidades bursátiles de todo el país cuestionaron la medida del Gobierno nacional.
Las principales cámaras empresariales y las Bolsas de todo el país salieron a reclamar que no se frenen las exportaciones de carnes.
“El futuro argentino depende vitalmente de las exportaciones. Sólo exportando más saldremos del estancamiento y nos encaminaremos hacia el desarrollo”, advirtió la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que congrega a los dueños y CEOs de las principales compañías.
“Restringir las exportaciones de carne vacuna es una decisión muy negativa que nos aleja de dicho objetivo”, señaló AEA en un comunicado.
También la Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA) compartió la preocupación por la medida. Alertó sobre el “impacto sobre el comercio exterior, el cumplimiento de los contratos internacionales y la inversión en una cadena de valor muy relevante para la industria”.
La central fabril advirtió sobre el “riesgo de pérdida en los mercados frente a otros países con capacidad de desplazar o sustituir la producción nacional”.
Además, las principales Bolsas de Cereales y de Comercio del país consideraron que se trata de una “medida distorsiva” e instaron al Gobierno a reconsiderar la decisión.
Dijeron que “constituye una señal negativa sobre la posible reiteración de políticas que en la historia reciente de nuestro país han significado retrocesos productivos muy difíciles de recuperar”.
El comunicado fue suscripto por las Bolsas de Cereales de Buenos Aires, Bahía Blanca, Córdoba y Entre Ríos, y las Bolsas de Comercio de Chaco, Rosario y Santa Fe, las cuales instaron a reconsiderar la medida.
Por su parte, el sector de Economías Regionales de la CAME alertó que esta medida es “recurrir a viejas recetas que, de antemano, sabemos que no funcionan. Cerrarnos al mundo es restringir el crecimiento del sector productivo y atacar el empleo genuino”.
El 8% de las exportaciones de carne vacuna proviene de las economías regionales, pero la preocupación no sólo reside en los productores del sector cárnico, sino en el sector agroindustrial en su conjunto, dijo la entidad.
Para CAME, la Argentina ha ido perdiendo competitividad, por lo que abrir nuevos mercados y mantenerlos es un trabajo y una inversión de años.