La Rural de Palermo cobijó lo mejor de las dos razas que demostraron excelencia genética y un destacado número de reproductores.
Los pasados lunes, martes y miércoles, la Pista Central de Palermo fue el escenario en el que las razas Braford y Brangus mostraron el sólido presente y aún más promisorio futuro que tienen como herramientas estratégicas para la ganadería argentina.
Con tribunas colmadas y número récord de reproductores en pista, la Braford eligió sus campeones el lunes. Bajo el ojo de crítico del jurado Rodrigo Roldán desfilaron más 130 animales llegados de 41 cabañas de 11 provincias.
“Vi, en hembras y machos, una uniformidad muy buena, animales bien logrados, con muy buena conformación. Con un excelente biotipo productivo y muy funcionales. No nos olvidemos que estamos hablando de una raza que fue cruza hace muchos años y hoy podemos ya definirla como raza tranquilamente por la uniformidad y consistencia que logró”, le dijo Roldán a El Tribuno Campo al terminar la jura.
En las hembras destacó la femineidad, “pero con mucho volumen de carne, estructura y características de rusticidad, como el peleche temprano, pliegues de bastante cuero y animales con más orejas, que son de buen grado de cebú”. Y agregó que vio en los vientres mucha moderación y carne, “con la carne casi de un británico, y creo que ese mix que pudimos lograr realmente eleva la raza notablemente”.
“Pehuajó”, un senior menor de Los Orígenes, propiedad de Agrodec y Ciavt., fue elegido Gran Campeón Macho, en tanto que el Reservado Campeón Macho fue de Santa Irene y el Tercer Mejor Macho para El Amargo.
En hembras, Roldán se inclinó por un vientre de las cabañas Los Guasunchos y Las Brisas para consagrarla Gran Campeón, la Reservado de Gran Campeón fue para Laguna Limpia y la Tercer Mejor Hembra para las cabañas El Estribo y El Guayabo.
“Hoy vimos lo parejo que está todo, un biotipo bien definido, muy carnicero, sin perder las características de adaptación que fueron el origen de la raza Braford, pero mezclándose tanto en datos económicos, como la eficiencia de conversión, o calidad de carne, en un producto que nos servirá para tener presencia a nivel mundial”, dijo entusiasmado el presidente de la Asociación Braford Argentina, Juan Manuel Alberro, quien además destacó el respaldo de la gente, los socios y criadores, que se vio reflejado en las tribunas.
Los Brangus
Por la cantidad de reproductores participantes -fue la segunda raza bovina con más animales en pista, luego de la Angus-, la jura de los Brangus se extendió desde el martes hasta el miércoles al mediodía, en un continuo de filas muy parejas.
“Tanto en hembras como en machos encontré mucha calidad y muy buen nivel, con filas con el tipo de animales que uno busca. Disfruté mucho la jura”, manifestó Martín Zuza quien tuvo a su cargo la clasificación de la raza.
Para Zuza, que fue jurado de Brangus en distintas oportunidades, “en general, la raza evolucionó mucho: en calidad de carne; en la feminidad de las hembras; se bajó un poco el frame, pero no perdiendo peso, sino que el peso se lo das con el ancho y el largo”, pero advirtió que no hay que descuidarnos el tema de aplomos y prepucios, “ya que la funcionalidad es lo básico, lo primordial. Podés tener un animal un poco más lindo o feo, pero si tiene problemas de prepucio o de patas no sirve; y en las hembras, el tema de la ubre, que críe bien, que tenga buena leche, esos son temas que vienen evolucionando y creo que es la parte que más tenemos que cuidar”. Pero se ve una evolución año a año del Brangus”.
Consultado sobre si los animales que pasaron por pista eran funcionales al destino final que es la carne puesta en un plato, Zuza destacó que es importante tener en cuenta que en el proceso “que comienza con el toro preñando la vaca, el ternero criándose, hay que equilibrar entre un animal con mucha carne, pero a su vez que camine bien y sea funcional, que no se rompa las patas, que tenga buen prepucio, que las hembras además de tener carne que sean femeninas; lograr estos equilibrios es siempre lo más difícil, pero es cuestión de trabajo y de combinaciones genéticas.
Además, el jurado destacó el buen nivel de terneras y terneros, lo que le permitirá a la raza ir evolucionando la raza en número y calidad.
Baldomero, de Corral de Guardia, fue el elegido Gran Campeón Macho, que ya venía de ganar en la Nacional Brangus; el Reservado de Gran Campeón Macho Brangus para El Porvenir; en tanto que el Tercer Mejor Macho fue para La Morocha.
En hembras, la Gran Campeón fue una vaquillona mayor colorada, con cría al pie, de La Aurora Norte, debutante en Palermo, propiedad de Safico, El Guayabo y El 38 SRL. El Reservado de Gran Campeón fue para Don Pedro, Inversora Juramento, El Impenetrable y Néstor Dupertuis. Mientras que la Tercer Mejor Hembra quedó en manos de El Impenetrable, San Vicente y Agrolam.
“En la pista se pudo ver el gran nivel que tiene la raza hoy, como están trabajando los criadores, hay una competencia importante, había categorías numerosas con 2, 3, 4 animales que podían ser ganadores”, evaluó Mauricio Groppo, presidente de la Asociación Argentina de Brangus, y destacó el crecimiento de la raza en los últimos años, como creció la competencia, como hay muchos criadores haciendo las cosas muy bien. “Sin duda que la tecnología ayudó para eso, hoy hay criadores con poca vaca, pero buena que se pueden arrimar en Palermo a la par de cualquiera”, dijo.
Groppo recalcó la importancia de cuidar en las pistas la funcionalidad, “imaginándonos ese animal trabajando en el campo o pensando que serán sus hijos que trabajarán en el campo, y eso es clave; y después como llega el plato. Esto lo venimos demostrando como raza, en Argentina y en toda Latinoamérica, porque la raza hoy es la que tiene el mandato de producir la carne de calidad en el trópico y en el subtrópico”.
Por: Belisario Saravia Olmos, El Tribuno Campo, editor
Fuente: El Tribuno Campo