Con un producción de 50,5 millones de toneladas, la contribución de la cadena de la soja alcanzaría los US$ 17.223 millones.
El Informe de cierre de campaña de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires da cuenta que la campaña de soja 2023/24 en Argentina registró un notable aumento en la superficie sembrada y en la producción total, alcanzando las 17,3 millones de hectáreas (Mha) sembradas, lo que representa un incremento del 7 % en comparación con la campaña 2022/23 y un 3 % más respecto al promedio de las últimas 5 campañas (16,7 Mha).
Clima y producción
Durante la ventana de siembra, las lluvias oportunas permitieron concretar las hectáreas proyectadas. Los planteos tempranos comenzaron con humedad óptima, pero a finales de enero y principios de febrero, las altas temperaturas y la falta de humedad afectaron el potencial de rendimiento. A pesar de esto, la recuperación llegó a mediados de febrero con el regreso de las precipitaciones, lo que permitió la recuperación de los cultivos en la mayor parte de la región agrícola. Sin embargo, en el Noreste Argentino (NEA), las condiciones adversas persistieron con altas temperaturas y sequía.
Incremento en rendimiento
El rendimiento promedio nacional alcanzó los 29,9 quintales por hectárea (qq/ha), marcando un impresionante aumento del 99 % respecto al ciclo anterior y un 24 % más que el promedio de las últimas 5 campañas. La producción total se ubicó en 50,5 millones de toneladas (Mt), lo que significa un incremento de 27,5 Mt en comparación con la campaña 2022/23, afectada fuertemente por la sequía.
Impacto económico
El informe indica que con la recuperación en los niveles de producción de soja se espera un impacto significativo en la economía. Se proyecta que la contribución de la cadena de la soja alcance los US$ 17.223 millones, un aumento del 104 % respecto al ciclo anterior. Además, que las exportaciones generen US$ 19.868 millones, un incremento del 35 %, y la recaudación fiscal ascienda a US$ 8.052 millones, un 66 % más que el año pasado.
Conclusión
La campaña 2023/24 de soja no solo representó una recuperación en términos de superficie y producción, sino también un fortalecimiento económico significativo para Argentina. Este crecimiento subraya la importancia de la soja en la economía del país y su capacidad para recuperarse tras condiciones climáticas adversas.
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