Se estima que las pérdidas por el maíz perdido ascienden a unos 30 mil millones de pesos.
La provincia de Catamarca enfrenta una crisis agrícola sin precedentes debido a la plaga que genera pérdidas masivas en los cultivos de maíz. El ministro de Sistemas Productivos, Juan Cruz Miranda planifica acciones para atender el avance de la chicharrita del maíz y advierte sobre pérdidas que alcanzan el 90% en algunas áreas.
El relevamiento técnico preliminar realizado indica que las zonas más afectadas, Los Altos y Bañado de Ovanta, sufrieron pérdidas equivalentes a unas 25 mil hectáreas. El secretario de Producción y Tecnología Agropecuaria, Ing. Agr. Fernando Molina, estima que las pérdidas por el maíz perdido ascienden a unos 30 mil millones de pesos. “Se está trabajando en una declaración de emergencia agropecuaria provincial y nacional para asistir a los agricultores afectados”, precisó.
El impacto generado por el crecimiento exponencial de la presencia del vector, potenciado por la sequía y las altas temperaturas, provoca estragos en los cultivos, por la transmisión de un complejo patógeno compuesto por bacterias y virus. Esta situación se agrava con la falta de resistencia en las semillas de maíz y la ineficiencia de los insecticidas disponibles para controlar la plaga.
Mientras que algunos productores comerciales logran mitigar los daños con siembras tempranas y tecnologías avanzadas, la mayoría de los productores se encuentran gravemente afectados, con pérdidas casi totales en sus cosechas. En este sentido, la preocupación ante el avance de la plaga amenaza con extenderse a otras regiones, y esto suma mayor preocupación en el sector.
El Ministerio de Sistemas Productivos, con motivo de la expansión territorial de la plaga, realiza un relevamiento en conjunto con las autoridades municipales de las zonas afectadas y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Se examinan políticas para acompañar a productores, ya que el maíz es insumo para otros sectores, así que algunas de las acciones también van a contemplar cómo afecta a otras cadenas productivas y determinar el daño en la campaña de maíz 2024.