Recorriendo 2.000 kilómetros, la formación ferroviaria partió de Buenos Aires hasta llegar a Olacapato y Laguna Seca, haciendo una escala en el Nodo Logístico Güemes.
Con la expectativa puesta en la industria del litio y el cobre, pero también para promover demás sectores productivos, Trenes Argentinos Cargas (TAC) realizó pruebas operativas de circulación con insumos para la minería desde Buenos Aires hasta las estaciones salteñas de Olacapato y Laguna Seca, pasando por el emblemático ramal C14, en línea con la estrategia comercial de la compañía para brindar servicios intermodales conectando los puertos del Atlántico con los proyectos mineros del NOA.
En esta oportunidad, y con un tráfico de 2.000 kilómetros, una formación ferroviaria cargada con carbonato de sodio partió desde distintas localidades bonaerenses hacia la puna salteña. En el recorrido, y como parte del ensayo, el tren acopló un vagón en el Nodo Logístico y Puerto Seco Güemes, una nueva infraestructura que permitirá la multimodalidad optimizando los tiempos de carga y descarga de productos, lo que otorgará mayor competitividad a las economías regionales del NOA.
En estas pruebas, TAC convocó a diversos representantes de los proyectos mineros y empresas de servicios logísticos con quienes viene trabajando para el desarrollo de soluciones logísticas para la industria minera.
Cabe destacar que la infraestructura actual de la red ferroviaria, especialmente en el ramal C14, tramo que une las estaciones de Güemes y Socompa, se constituye como una oferta estratégica, eficiente y competitiva para transportar la producción del NOA y sus proveedores. El tren tiene la capacidad de facilitar el abastecimiento de materiales para la construcción y de insumos para la producción.
En ese sentido, desde TAC, afirmaron: “Entendemos que el fomento de la industria minera impactará directo sobre el sistema ferroviario de cargas argentino y es por eso que estamos enfocándonos en este sector, que no solo es estratégico por la proyección a nivel mundial, sino también por el impacto que puede generar en la economía local”. A su vez destacaron que “estas pruebas permitieron demostrar el funcionamiento del ferrocarril en la Puna y su integración intermodal con el objetivo de cubrir la demanda de las empresas del rubro donde, en un esquema de acuerdos de largo plazo, existe una capacidad de transporte ferroviario de 700.000 toneladas anuales, con posibilidad incluso de triplicarla en los próximos años.”