Luego de una reunión con el equipo del designado ministro de Economía, quedó confirmado como secretario de Bioeconomía.
Fernando Vilella, el académico que estuvo 48 años como profesor en la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), tuvo un encuentro ayer con el equipo del designado ministro de Economía Luis Caputo y, según pudo saber este medio, quedó confirmado para hacerse cargo de la Secretaría de Agricultura, que pasará a llamarse Secretaría de Bioeconomía en el gobierno de Javier Milei.
Vilella se había incorporado como consultor de La Libertad Avanza hace unos meses. Ingresó haciéndose cargo del área de bioeconomía y formó un equipo de unas 25 personas. Presentó trabajos sobre cómo debería ser el organismo ligado con el campo, básicamente en su estructura, y también directrices de la gestión.
En el encuentro de ayer, al que asistió acompañado por Pedro Vigneau, Germán Paats y Agustín Tejeda, que forman parte de su círculo cercano y serán funcionarios, Vilella habló de sus ejes de gestión. Si bien hace varios días su nombre estaba en escena, Vilella quería mantener este encuentro para hablar con el equipo de Caputo. En rigor, allí se trabajó sobre el déficit fiscal cero y las desregulaciones que pretende llevar adelante el gobierno de Milei. La reunión fue “positiva”, según pudo averiguar este medio, y se quedó en ir “lo más rápido posible” en los temas antes mencionados. Habrá más encuentros. El equipo de Vilella apunta a seguir trabajando para llegar “listo” al 10 de diciembre.
De 68 años, el también exdecano de la Fauba trazó un plan sobre lo que debería ser aliviar la carga impositiva al campo y la quita de las trabas a la actividad. Respecto de lo primero, cree que la quita de las retenciones al trigo, el maíz y la soja, que aportan el mayor ingreso a la recaudación por derechos de exportación, se debe hacer en el curso del mandato presidencial. Esto de manera gradual.
En este marco, impulsa quitar de manera inmediata los derechos de exportación a otros productos de economías regionales, además de lácteos y carne. Los lácteos tienen suspendidas las retenciones hasta fin de año.
Por otra parte, también busca sacar todas las trabas desde el primer momento a la actividad: allí están los denominados volúmenes de equilibrio, los fideicomisos a la harina y el aceite e incluso la veda para siete cortes que no se pueden colocar en el exterior.
Los volúmenes de equilibrio fueron implementados por el gobierno actual para trigo y maíz y actúan como una suerte de dique de contención para que se exporte más. Agricultura fija las toneladas que se pueden colocar en el exterior y nadie los puede superar.
Respecto de los fideicomisos, el de la harina fue creado el año pasado con la suba de las retenciones a la harina y el aceite de soja. Luego de un cambio, hasta fin de año se sostendrá con el 1,3% recaudado de las retenciones a la soja. Se usa para subsidiar la harina de los molinos a las panaderías. El fideicomiso para el aceite se nutre con un aporte de los exportadores y también pretende evitar más subas en los precios que las ya registradas.
En cuanto a la carne vacuna, luego de haber cerrado las exportaciones en mayo de 2021, el Gobierno dispuso, en enero de 2022, que hasta fin de 2023 no se vendan al exterior los siguientes cortes de carne: asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, nalga, paleta, y vacío. Todas estas intervenciones son las que quiere eliminar el nuevo equipo de Agricultura.
Por: Fernando Bertello y Belkis Martínez
Fuente: La Nación