Entre ambos países buscan establecer una alianza estratégica para transformar la industria del cáñamo, explorando nuevas oportunidades y aplicaciones.
La Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, a través del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), y el Instituto Nacional de Semillas (Inase), mantiene contactos con el Servicio de Sanidad Vegetal e Inspección de Semillas (Piorin) de Polonia, para conocer su experiencia en la materia.
La Argentina está desarrollando sus primeras bases para lo cual ha establecido una regulación nutrida por todas las experiencias europeas, americanas y asiáticas.
En esta dirección, representantes de los citados organismos nacionales y de la empresa Industrial Hemp Solutions (IHS) intercambiaron experiencias con autoridades del Programa Polaco de Cáñamo (PHP), perteneciente al Instituto de Fibras Naturales y Plantas Medicinales, que comenzó a desarrollar variedades de cáñamo inmediatamente luego de la Segunda Guerra Mundial.
Vale destacar que IHS llevó a cabo ensayos de validación genética en la campaña 2022-23 en un total de 12 locaciones estratégicamente seleccionadas tanto en Argentina como en Uruguay, dentro de los cuales las variedades pertenecientes al Ministerio de Agricultura de Polonia tuvieron excelentes resultados adaptativos y productivos.
Por este motivo, con el apoyo de la embajadora polaca Aleksandra Piatkowska, IHS convocó a autoridades nacionales y provinciales, pertenecientes a la cartera de Agricultura y a la provincia de Corrientes para dar a conocer la labor del PHP y comprender el potencial que pueden aportar al país para adelantar 80 años de desarrollo genético.
La iniciativa polaca no sólo ha desarrollado variedades de cáñamo, sino que cuenta con tecnología propietaria para diversas aplicaciones industriales tales como química, construcción, textil, cosmética, biocombustibles y alimentos, en donde el cáñamo puede ingresar en sus cadenas productivas para reducir sus impactos ambientales y potenciar sus eficiencias.
En este sentido, Gabriel Giménez, director nacional de Articulación Federal el Inase y de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), expresó su visión respecto al cáñamo industrial: “Tenemos que recuperar la soberanía genética del cáñamo ya que tiene una potencia agronómica importante en toda la cadena agroindustrial. Es fundamental que el estado acompañe el desarrollo y el sector privado sea el motor de la industria nacional”. Este contexto está generando interés en cada vez más sectores del país para desarrollar sus economías regionales y fortalecer la resiliencia de sus industrias.
Por su parte, el director de Innovación y Nuevos Negocios de IHS, Maximiliano Baranoff afirmó: “La transferencia tecnológica que ofrece Polonia, el tamaño del complejo industrial argentino, la calidad de sus suelos, la gran variedad de climas que ofrece la región, sumado al perfil disruptivo del productor agropecuario argentino, puede permitirnos jugar en las grandes ligas”.
Añadió: “En las 4.000 microparcelas ensayadas en Argentina y Uruguay en la campaña 2022-23 demostraron la excelente adaptación del cáñamo al territorio. El objetivo de la campaña 2023-24 es escalar la superficie a nivel extensivo para demostrarle al productor que el paquete tecnológico ya se encuentra a disposición en ambos países.”
Entre las pruebas que se llevaron a cabo éste año junto a la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Unidad de Gestión Técnica del Cannabis y el Cáñamo Industrial del Senasa, y el Inase, evaluarán la capacidad del cáñamo de fitorremediación de suelos en diversas provincias, la validación de su categoría de “superalimento”, el impacto positivo en la nutrición animal y la transformación de su materia seca en biocombustibles.
“Estamos entusiasmados de ser parte del desarrollo del sector del cáñamo industrial en Argentina y Uruguay. Creemos que nuestras décadas de experiencia y cartera de tecnologías propietarias ayudarán a nuestros colegas de América del Sur a crear un mercado estable y económicamente eficiente”, dijo Witold Czeszak, director del Programa de Cáñamo de Polonia.
IHS es una empresa argentina que se dedica a desarrollar localmente soluciones industriales de alto valor agregado a base de cáñamo. Su propósito es “cañamizar” las industrias y facilitar la transición hacia las nuevas economías en pos de la creación de valor integral. De esa forma IHS potencia el secuestro de carbono, contribuye a la regeneración de los suelos y a la descarbonización de las industrias.