El INTA está desempeñando un papel crucial en el impulso de la producción frutícola mediante la introducción de técnicas innovadoras y el enfoque en la eficiencia hídrica.
El módulo tiene por objetivo servir como un modelo de producción alternativa, introducir tecnología y manejo de los frutales ante contextos de cambio climático y también para formar, junto a la Facultad de Agronomía de la UNSE, a estudiantes de la carrera de ingeniería agronómica.
El trabajo es liderado por la Ing. Graciela Leguizamón, del Grupo de Investigación en Producción Vegetal, la Ing. Sandra Coronel, de la Agencia de Extensión Rural Santiago- Banda y los aportes en riego del Ing. Ramón Fernández, del Grupo de Investigación en Recursos Naturales.
Una de las principales acciones emprendidas fue la instalación de un sistema de riego por goteo de última generación, que ya se encuentra ya en pleno funcionamiento, para la cobertura de la demanda hídrica por parte de las plantas durante las etapas críticas como la brotación, la floración y el crecimiento del fruto. Este aspecto es especialmente relevante en regiones de clima semiárido como Santiago del Estero, donde la disponibilidad de agua y el uso eficiente de la misma es un desafío constante.
En este sentido, la implementación del riego por goteo representa un gran avance en la tecnología aplicada al cultivo de frutales, ya que permite una gestión más precisa y controlada de los recursos hídricos, optimizando su uso y minimizando las pérdidas.
Otra práctica para destacar en el módulo frutícola fue la siembra del cultivo de cobertura de Vicia Villosa entre las hileras de los frutales. Esta técnica tiene múltiples beneficios, entre ellos el control de malezas, con la consecuente disminución del uso de herbicidas, sumado a la mejora de las propiedades físicas del suelo y la fijación de nitrógeno para reducir los requerimientos de fertilizantes nitrogenados.
Por último, se llevó a cabo el trasplante de nuevas variedades de vid (Crimson, Moscatel) y almendros, contando en la actualidad con 600 plantas de vid, 6 cultivares de duraznero y 5 cultivares de almendros de bajo requerimientos de frío. Las actividades de plantación, poda, raleo de frutos se realizaron en conjunto con la Cátedra de Fruticultura y los estudiantes.
De esta manera, este nuevo sector en el INTA Santiago va cumpliendo con sus objetivos gracias al invalorable trabajo del personal de apoyo del Campo Experimental del INTA Santiago. Su dedicación y esfuerzo contribuyen a la generación de conocimiento y prácticas innovadoras que benefician a los productores frutícolas de la región.