Las condiciones de sequía y la falta de lluvias en Tucumán han propiciado el desarrollo de malezas en los campos de caña.
El secretario del Directorio del Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol (IPAAT), Marcelo Fernández, dio explicaciones sobre el avance de plagas en las zonas cañeras en Tucumán. El productor comentó que esto se debe a la falta de lluvias que ha afectado los planes productivos de los cañeros de la zona núcleo de la provincia. Se ha observado un fuerte impacto en las condiciones de los lotes, en distintos niveles, sea en el rendimiento o la sostenibilidad de las plantaciones.
Los cañeros tuvieron complicaciones en el manejo de las malezas problemáticas en esta zafra 2023. Tomando como punto de partida el otoño, han proliferado dos tipos perjudicando el desarrollo de la caña y el proceso de cosecha.
“Las malezas avanzaron considerablemente este 2023 sobre el cañaveral. La sequía y el bajo nivel de lluvias tardías beneficiaron esta situación”, dijo el asesor y productor, Marcelo Fernández.
“La sequía fue considerable, todos lo sabemos; sobre todo, en febrero no llovió nada en Tucumán. Sin embargo, en marzo comenzaron las lluvias y aflojó esa condición climática negativa. En ese mes se registraron las lluvias, gracias a Dios. En ese momento las malezas de otoño avanzaron peligrosamente entre todo el sector cañero tucumano”, describió.
“El pasto cubano está avanzando muy peligrosamente en toda el área cañera tucumana. Uno va por las rutas y se observa actualmente las flores amarillas de la maleza. El pasto cubano superó en altura a la caña. Impresiona cómo ha proliferado. Además, es resistente ya al herbicida 2,4-D. La situación se complicó teniendo en cuenta que los cañaverales estaban desarrollados en otoño y había bajado el rango de las precipitaciones”, remarcó.
Fernández hizo hincapié así a las complicaciones para pulverizar el lote por la presencia de la plaga. “Como alternativa, se podría haber buscado personal parar retirar la maleza de los lotes, pero era difícil contratar a estas personas por el contexto. A la vez, era casi imposible hacer esta tarea en tiempo y forma”, planteó.
“El control químico que me ha funcionado fue el 2,4-D y Dicamba o Starane. La dosis varía de acuerdo a la cantidad, la zona, el momento de aplicaciones y otras condiciones”, aclaró el asesor.
La otra maleza que avanzó de manera significativa en los últimos meses de 2023 fue el tupulo (Sicyos polyacanthus). “Es peligrosa porque crece tanto que llega a voltear a la planta, la aplasta en el suelo”, remarcó Fernández. “Cuando se seca, es un gran problema para las cosechadoras, debido a que se enredan en las cuchillas”, expresó.
Fuente: La Gaceta