Desde el INTA, recomiendan ajustar la densidad de la siembra y el control de la carga sobre los cuerpos de siembra.
Una buena siembra es aquella que permite lograr la mayor cantidad de plantas nacidas, uniformemente distribuidas en menor tiempo posible. Para ello, es necesario llegar al momento de la siembra con el lote en condiciones, contar con insumos de calidad y con el equipo alistado y regulado de acuerdo con las condiciones de la labor. Por esto, desde el INTA Hilario Ascasubi, Buenos Aires, brindan recomendaciones una regulación correcta del equipo, lo que implica costos operativos muy bajos, pero que repercute en la calidad de la producción
Juan Pablo D`Amico, especialista en maquinaria del INTA, explicó que: “A la hora de hablar de los problemas habituales de las sembradoras de granos finos por lo general tienen que ver con el nivel de mantenimiento y con la acertada regulación del equipo. Sobre este último punto, hay dos aspectos centrales son el ajuste de la densidad de siembra y el control de carga sobre los cuerpos de siembra”.
La incorporación de tecnología puede facilitar ciertos aspectos de las labores e incluso incrementar sustancialmente la capacidad de trabajo de los equipos, pero no reemplaza las acciones que el operador debe realizar para llevar adelante un correcto alistamiento y ajuste.
En este sentido, el gran capital puesto en juego ya sea por el equipamiento como por los insumos involucrados hacen del operador un actor fundamental con mayor impacto de sus acciones en el resultado final.
Ajuste de dosificación
En cuanto al sistema de dosificación de semillas de grano fino, es importante controlar dentro de la tolva la ubicación de las tapas de los dosificadores de semilla.
Estos son generalmente del tipo roldana y cuentan con una boca chica y una boca grande de acuerdo al tamaño de semilla. Para sembradoras AirDrill el control equivalente es el de la apertura de cada línea de dosificación, generalmente guillotinas.
“El ajuste de dosis de semilla y fertilizante debe realizarse con la caja de cambios, es importante tener en cuenta que a medida que se varia la densidad de siembra también se puede afectar la uniformidad de distribución”, señaló D`Amico.
Y agregó: “Esto sucede porque dosificadores de chorrillo son básicamente una turbina que desplazan un volumen de material a medida que gira su rotor. La tasa de descarga es linealmente proporcional al régimen de giro”.
A medida que este se reduce, la tasa de descarga se reduce y el flujo tiende a ser discontinuo. Consecuentemente tiende a aumentar la desuniformidad de distribución. El régimen del dosificador será menor a bajas velocidades de avance y bajas densidades en la línea de siembra.
D`Amico puntualizó que, “estos defectos de distribución no pueden ser detectados con la “prueba de las bolsitas” cuando se controla la dosis y la uniformidad transversal del equipo. Pero sí se observan claramente en los controles de siembra a campo, dónde se distinguen agrupamientos de plántulas seguidos de espacios vacíos”.
Para minimizar estos efectos en siembra de trigo u otros cereales de invierno, es recomendable usar de la boca chica del dosificador tipo roldana y ajustar la dosis para esa condición.
Algunos dosificadores tipo “alfareros” son de cámara variable, lo que permite modificar la dosis mediante el desplazamiento del rodillo respecto la boca. Con estos dispositivos se logra entregar dosis bajas manteniendo regímenes de giro altos y distribuciones más uniformes.
Carga y cuerpos de siembra
El control de la carga es el ajuste de la fuerza con la que el cuerpo de siembra va a trabajar sobre el suelo. Es importante regularla en función de la condición del suelo mediante el ajuste de la tensión de los resortes.
También hay que tener en cuenta que las unidades de siembra que trabajen sobre las huellas del tractor o la máquina pueden requerir mayor carga que las restantes.
D`Amico explicó: “Dentro de lo posible evitar usar topes en los cilindros hidráulicos para reducir la carga, ya que lo que se hace en realidad es limitar el descenso de la sembradora. La carga sobre los cuerpos será menor porque el paralelogramo trabaja más inclinado hacia abajo, pero también es menor la capacidad de copiar el microrelieve”.
Ante una depresión del suelo, el cuerpo puede quedar “colgado” de la barra que está más alta gracias a estos separadores. Lo mismo sucede con las cuchillas delanteras que van a trabajar a una menor profundidad.
“Otro aspecto muy negativo del uso generalizado de estos topes es que impiden la fácil colocación de las trabas de seguridad, comúnmente trabas de transporte, que se deben usar cada vez que se realicen trabajos de ajustes o reparaciones con la maquina levantada”, agregó D`Amico.
Y concluyó: “La capacidad de operación y alistamiento del equipo -el cómo- y el entendimiento que se tenga de todo el proceso -el por y para qué- son claves para el éxito de la labor de siembra en particular y de cualquier otra labor agrícola mecanizada”.
Fuente: INTA Informa