La compañía participó del World Agri-Tech South America Summit donde abordó el papel de la innovación y la cooperación para el desarrollo sostenible de la agricultura fueron.
Contribuyendo al movimiento para ampliar las discusiones sobre el uso de tecnologías y alternativas para promover una agricultura cada vez más sustentable y tecnificada en América Latina, BASF participó en una nueva edición de la Cumbre Mundial de Tecnología Agrícola de América del Sur. El evento tuvo lugar los días 20 y 21 de junio en São Paulo, Brasil y reunió a representantes de 30 países, sumando más de 600 líderes mundiales para discutir la digitalización agrícola y la producción sustentable de alimentos en medio del cambio climático.
Con el objetivo de mostrar cómo las tecnologías están aumentando la productividad de algunos de los sistemas agrícolas más grandes del mundo, la reunión juntó a agricultores, ejecutivos de diversas industrias en la cadena agroalimentaria, startups, inversores y líderes de organismos gubernamentales para traer a la mesa temas como nuevas inversiones, colaboraciones y sistemas de distribución que están ayudando a expandir soluciones avanzadas de tecnología agrícola.
Sergi Vizoso-Sansano, vicepresidente senior de la División de Soluciones Agrícolas de la compañía en América Latina, compartió con los participantes las oportunidades y desafíos de la región para una agricultura cada vez más sustentable y la importancia de la cooperación entre los diferentes actores de la cadena productiva como una forma de permitir esta transformación.
También el día 20, BASF expuso los diferenciales de AgroStart, la plataforma de innovación abierta de la compañía, que busca emprendedores en el mercado para la cocreación de soluciones y servicios de agricultura digital. AgroStart se ha implementado en Argentina, programa dentro del cual se gestó la alianza con ucrop.it para que, por ejemplo, los productores que siembran semillas de soja Credenz de BASF puedan obtener beneficios e incentivos económicos por la generación de historias de cultivo sustentables a través de la plataforma de ucrop.it en Blockchain, para certificar la soja sustentable de forma digital; o con Agrotoken, para tokenización de agrocommodities.
Temas como la promoción de asociaciones estratégicas entre productores, inversores, startups, empresas, academia y el sector político, y cómo llenar los vacíos de infraestructura y las barreras para la adopción de tecnologías por parte de los productores fueron también parte del debate.
La visión de los agricultores locales
Tuvo lugar en el encuentro también el panel “Farmer Spotlight: Accelerating Innovation Through Field Trials and Collaboration”, donde fue parte de los expositores Nicolas Ridley, responsable del área de nuevas tecnologías e investigación en MSU Agro, firma con 165.000 hectáreas para producción de granos de Argentina en campos propios y arrendados, y 210.000 hectáreas sumando Brasil. Al debatir sobre los desafíos que enfrentan los agricultores sudamericanos y cómo están siendo abordados por el ecosistema de innovación, Ridley consideró que “en particular en países como Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, la agricultura del futuro debe contemplar aumentar la eficiencia de producción y a la vez mejorar el balance de Carbono de nuestros sistemas agrícolas, que permitirá posibilidades como bonos de carbono y beneficios como aumentar la resiliencia del suelo para morigerar los impactos del cambio climático”. Y en cuanto a las tecnologías más disruptivas, afirmó que “además de la Siembra Directa, son clave las tecnologías que permiten eficientizar el uso de productos como la aplicación variable de insumos y la aplicación selectiva”.
En cuanto a la colaboración entre compañías como MSU Agro, BASF y sus respectivos clientes como aliados estratégicos en la cadena de valor del agro, y cómo agregan valor las soluciones digitales, Ridley evaluó: “Las soluciones digitales deben ayudar al productor a poder manejar sus campos píxel a píxel, pero sin complejizar la toma de decisiones. Las plataformas que permiten agregar los datos por ambiente, lote, campo o zona aportan mucho valor a los productores. También un Business Intelligence que compare tratamientos y aprender más acerca de nuevos genotipos de semillas o nuevas propuestas de manejo”.