UPL participó en el Congreso Maizar de un panel y brindó detalles sobre el aporte de los productos biológicos en la agricultura extensiva, con especial foco en el cultivo de maíz.
¿Qué es una solución biológica y cuál es su aporte a la agricultura? Como concepto básico, los productos biológicos son formulados a partir de organismos vivos, extractos de plantas, de algas, etc. Los más conocidos son los inoculantes que se utilizan en soja, de uso extendido en la agricultura, pero también se suman otros orientados a la biofertilización, bioestimulación y el biocontrol.
Hoy, el mercado de las biosoluciones es de unos 100 millones de dólares aproximadamente. La mitad corresponde a los inoculantes. Es un mercado chico que crece a altas tasas. Se proyectan índices de expansión del 20% anual por los próximos 8 años.
Daniel Germinara es el gerente de biosoluciones de UPL, compañía líder del segmento a nivel mundial. En su opinión, el acompañamiento de los precios de los granos, la presión social hacia la producción sustentable de alimentos, el cambio generacional y de mentalidad, impulsan la adopción de este tipo de productos. “En el futuro, crecerá especialmente el segmento de los controladores biológicos. Pero en general, los productos biológicos tienen bajo impacto ambiental, mejoran la fijación de carbono y aportan un retorno económico positivo. En la agricultura extensiva hay mucha tela para cortar”, sostuvo durante su participación en el Congreso Maizar.
“Muchas veces se considera a estos productos la “cereza del postre” y, en realidad, una buena parte de ellos resuelve problemáticas básicas como mejorar la productividad en suelos salinos, recuperar a los cultivos de un estrés -ya sea térmico u ocasionado por la deriva de un herbicida-, e incluso fisioactivar un cultivo para, por ejemplo, fijar más frutas en el caso de las producciones intensivas”, detalló.
“La adopción de este tipo de productos va de la mano de una adaptación cultural que implica conocer más sobre los procesos biológicos de las plantas y el aporte que hacen las biosoluciones. Hay que evaluar cuándo y cómo conviene aplicarlos en cada caso”, explicó Germinara, poniendo el acento en el servicio que las compañías deben darle al productor a la hora de obtener los mejores resultados.
Soluciones que agrandan el campo
Humiplex es un claro y revolucionario ejemplo del impacto que los productos biológicos tienen en la agricultura extensiva. Se trata de un bioactivador de suelos que permite el logro del cultivo en partes del lote donde antes no se podía sembrar o los rendimientos eran muy bajos por efecto de la salinidad. “Habiendo 12.000.000 de hectáreas con algún problema de salinidad, este producto viene a proponer que el cultivo pueda desarrollarse en esos ambientes. Además, su uso continuo, a través de los rastrojos y las raíces que quedan de ese cultivo, va a ir mejorando esos ambientes, la infiltración del suelo y el aporte de materia orgánica. No es solo más rendimiento también es más calidad de suelo en esas áreas difíciles”.
Humiplex es ácido húmico al 50%. Es un producto granulado para aplicación a la siembra, junto al fertilizante, en dosis que van de los 30 a los 60 kg/ha. “Lograr viabilizar el cultivo en porciones del lote donde antes no venía o el desarrollo era muy pobre, realmente hace la diferencia”, ejemplifica el gerente de biosoluciones de UPL.
Hoy, los productos con más penetración dentro del segmento de biosoluciones de UPL son la dupla Biozyme TF y Biotron Plus, le siguen K-FOL, Humiplex 50G y Zeba. A ellos se están sumando dos nuevos lanzamientos: Optimat y Jumpstart, el primero es un nuevo recuperador de estrés con una respuesta muy buena en rendimiento y muy estable, y el segundo es una nueva tecnología en inoculación que tiene por objetivo eficientizar el uso del fósforo y estimular el desarrollo radicular.
¿Qué le aportan las biosoluciones al maíz?
Al indudable valor que tiene incorporar hectáreas productivas a partir del mejoramiento de suelos con Humiplex, se suma, por ejemplo, el aporte de
Biozyme TF para aplicación en semilla. “En maíz es crítico lograr uniformidad en crecimiento inicial, la limitante está en que ni el productor ni el semillero quieren tocar la semilla una vez que abren la bolsa, pero tenemos experiencias con clientes que siembran muy temprano -en agosto y principios de septiembre- cuando la semilla tarda mucho en germinar porque el suelo está frío. Esta biosolución aumenta la velocidad de germinación y emergencia logrando un stand de plantas más uniforme”, detalló Germinara.
UPL también está haciendo experiencias con el uso de Zeba y su aporte en la eficiencia de uso de agua en maíz. Este producto es un acondicionador de suelo de origen natural que aumenta la disponibilidad de agua y nutrientes para las plantas lanzado el año pasado en el país.
Para el período vegetativo del maíz, la aplicación de Biozyme TF foliar en V4 a V6 aumenta la tasa de crecimiento, con el objetivo de fijar más granos e impactar positivamente en el rendimiento. Este producto da señales a la planta y la induce a la producción de hormonas, lo que lo hace un producto más duradero en el tiempo.
UPL es una compañía global con un enfoque estratégico en el desarrollo de las biosoluciones, a tal punto que creó una división denominada NPP (Natural Plant Protection) a partir de la cual ejecuta su compromiso con la sustentabilidad. En Argentina, la compañía cuenta con un equipo técnico dedicado a acompañar a los productores en el aprovechamiento de estas tecnologías.