La cosecha es una oportunidad importante para actuar con proactividad y reducir el banco de semillas de malezas en el lote.
En la madurez de los cultivos hay que detenerse a pensar en el destino potencial de las semillas de malezas que se escaparon de los controles previos. El paso de la cosechadora puede generar una gran dispersión de semillas de malezas dentro y entre los lotes, a partir de manchones que se diseminan al salir por la cola de la máquina o del ingreso de semillas nuevas al lote.
Sin embargo, existen algunas acciones que se pueden llevar a cabo para prevenir esa diseminación y, así, influir en el futuro banco de semillas.
En el mundo existen experiencias de diversas herramientas de control de semillas de malezas a cosecha, como hilerado de residuos de la cosechadora, enrollado del rastrojo, colectores de paja o destrucción de semillas con molinos de impacto, algunos de los cuales pueden llegar a destruir más del 90 % de las semillas de malezas que ingresan por la cosechadora, obviamente, según las realidades específicas de cada zona.
En nuestro país, estas tecnologías tienen todavía casi nula implementación, encontrándose algunas pocas herramientas en la etapa de testeo y desarrollo de información local, con buenos resultados preliminares. Estas herramientas aportarían a disminuir la presión ejercida sobre los tratamientos químicos y permitiendo su sostenibilidad en el tiempo.
Pero ¿qué hacer mientras esperamos el desarrollo y adaptación de estas promisorias tecnologías de destrucción de semillas de malezas?
Mientras esperamos que la puesta a punto y uso comercial de estas herramientas llegue más temprano que tarde, hablemos de otras acciones que se pueden implementar justo antes e inmediatamente después de la cosecha, que pueden marcar una diferencia medible en la carga de malezas en futuras temporadas de cultivo.
Acciones precosecha
En caso de malezas que aparecieron de forma tardía en el lote, la detección y el mapeo de manchones es una acción fundamental, ya que posibilita generar información útil sobre la densidad, la diversidad y la distribución de malezas en el lote, y actuar en consecuencia.
Los métodos de mapeo pueden ser desde los más convencionales con planillas y protocolos de monitoreo hasta el sistema de GPS de la maquinaria empleada o drones, pasando por la amplia variedad de apps de monitoreo disponibles.
En zonas de manchones diversos, se puede evaluar la posibilidad de la extracción manual de malezas o el “mochileo” puntual. Mientras que, en algunos parches de alta densidad de malezas, tal vez lo más recomendable es sacrificar granos y no cosechar ese parche.
En los casos en donde se sospecha resistencia o haya habido fallas de control de alguna especie en particular, la recolección de semilla para la posterior prueba de susceptibilidad permite conocer información de vital importancia sobre los activos que aún funcionan.
Otro de los puntos fundamentales es el control de la cosechadora previo al ingreso al lote. Tener en cuenta de dónde proviene la máquina y realizar la limpieza correspondiente es clave en la prevención de ingreso de semillas resistentes desde otras zonas, establecimientos o lotes.
Así mismo, al momento de comenzar a cosechar, se debería hacerlo por las cabeceras para facilitar el control posterior de malezas en ese sector. Y en el caso de tener lotes más enmalezados, dejarlos para el final de la cosecha.
Acciones postcosecha
En ocasiones se debe analizar la necesidad de una aplicación total o en manchones, o mejor aún selectiva, luego de la cosecha. Esta aplicación tiene como objetivo evitar la madurez y/o dispersión de especies que podrían coincidir con el ciclo de los cultivos invernales. Esta acción debe realizarse prestando especial atención a la rotación de activos según la planificación de cultivos y evitando la repetición de estos.
Detener la formación de semillas siempre que tengamos la posibilidad es el quid de un programa eficaz de manejo de malezas. El control de semillas a cosecha es una práctica de alto impacto en la población de malezas del lote al ser gestionado en el largo plazo.
Fuente: Aapresid
