Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario da cuenta que la sequía, sumada a las heladas, golpeó al cultivo provocando una caída de la producción que se estima en 5,4 millones de toneladas.
A la intensa sequía que venía sufriendo gran parte del área agrícola nacional se sumó el efecto de una serie de heladas tardías que en muchos cuadros de trigo dictaron el acta de defunción del cultivo. En ese escenario, debido a una caída en los rendimientos estimados y a una pérdida de superficie cosechable, según los cálculos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) se perderá trigo por un valor de 1.900 millones de dólares, lo que representa medio punto menos de crecimiento para la economía argentina en 2023. Además, en concepto de costos de un volumen de trigo que no se llegará a cosechar, los productores perderían 650 millones de dólares.
Durante una presentación realizada hoy al mediodía, la entidad rosarina afirmó que solo en la zona centro triguera el área perdida se duplicó respecto a la última estimación y ya alcanza las 400.000 hectáreas. Además, el rinde promedio cae de 18 a 15 quintales por hectárea en la región, y la producción, de 2 a 1,3 millones de toneladas. A nivel nacional, con los rindes promedio más bajos desde la campaña 2008/09, el volumen de trigo estimado es de 13,7 millones de toneladas, 10 millones de toneladas menos que en la campaña 2020/21 y la menor producción desde 2015.
En este escenario se espera una ajustada situación de stocks tras el empalme de la cosecha 20/21 con la 21/22. Según detallaron los técnicos de la BCR, las exportaciones rondarán los 8,9 millones de toneladas -las más bajas desde 2016-, la molienda será de 5,5 millones de toneladas -el volumen más bajo desde 2017-, y el stock final será de apenas 1,3 millones de toneladas. “Podría ser peor, pero nos salva que venimos con un stock holgado gracias a las históricas 23 millones de toneladas que se cosecharon en la última campaña -explicaron-. Estamos desacumulando stocks”.
Como consecuencia de esta justeza se observa un achicamiento en el gap de precios del trigo entre el mercado local y el de Chicago. El factor precio, que hoy ronda los 306 dólares por tonelada, amortigua un poco el doble golpe de la seca y las heladas, pero de todas maneras el impacto se sentirá fuerte en muchas zonas. Los técnicos de la Bolsa rosarina detallaron que en campo propio las pérdidas por no poder trillar el cereal sembrado son de 600 dólares por hectárea, y en campo alquilado llegan a 800. En total, las 400.000 hectáreas que no serán cosechadas en la zona núcleo suman 300 millones de dólares de costos desperdiciados. Sumando a esa pérdida la caída de rindes, los productores de la región están perdiendo 650 millones de dólares, que generarán un considerable estrés financiero de cara a la siembra de gruesa.
La pérdida de producción de trigo en la Argentina ya se estima en 5,4 millones de toneladas, que representan 1.900 millones de dólares. En un contexto global incierto, con merma de stocks en los principales países productores y con Rusia ocupando un lugar central en el mercado, la Argentina exportaría cereal por un valor de 3.000 millones de dólares en la presente campaña, una caída de 1.500 millones de dólares -35 por ciento- en comparación con la campaña 2020/21.
Por: Lucas Villamil
Fuente: Clarín