“La escasez de trigo y fertilizantes aumentó en 25 mil millones de dólares los gastos de importación de alimentos en los países más vulnerables, lo cual pone a 1.700 millones de personas en riesgo de padecer hambre” dicen en FAO.
Máximo Torero Cullen, economista jefe de la FAO, advirtió que “la escasez de trigo y fertilizantes elevó los precios y aumentó en 25 mil millones de dólares los gastos de importación de alimentos en los países más vulnerables, lo cual pone a 1.700 millones de personas en riesgo de padecer hambre”.
“Rusia es el primer exportador mundial de fertilizantes de nitrógeno, el segundo de potasio y el tercero de fósforo, cuando se suspendió las exportaciones de fertilizantes, los precios que ya eran altos antes de la guerra subieron creando un grave problema para los agricultores” explicó el especialista y proyectó que “el impacto en los países importadores de alimentos es doble: un gasto mayor en importaciones de alimentos y fertilizantes más caros”.
Según consignó la agencia de noticias Bloomberg, Cullen planteó un “escenario sombrío para los próximos meses”. “Si la guerra se prolonga, en 2022 y 2023 podríamos tener un problema de acceso a los alimentos sumado a un problema de disponibilidad de alimentos, ya que Rusia y Ucrania reducirían considerablemente sus exportaciones, incluidos los fertilizantes” advirtió.