Una de las zonas más afectadas sigue siendo el NEA donde las producciones yerbateras, citrícolas y forestales aún se están recuperando de los incendios y la sequía extrema de principios de año.
La sequía que afecta al cultivo de trigo y podría incrementar la superficie de soja en desmedro de la de maíz durante el verano, también perjudica a las economías regionales.
“La falta de precipitaciones, bajas reservas hídricas y los pronósticos climáticos con lluvias limitadas para los próximos meses aumentan la posibilidad de enfrentarnos a una de las peores sequías de las últimas décadas” advirtieron desde el Consejo Agroindustrial Argentino y precisaron que “una de las zonas más afectadas sigue siendo el NEA donde las producciones yerbateras, citrícolas y forestales aún se están recuperando de los incendios y la sequía extrema que fue noticia a principios de año”.
“En el centro del país, la producción de legumbres, la floración para la producción de miel, y la disponibilidad de pasto para algunas cuencas lecheras ha sido un punto crítico” añadieron y concluyeron que “en la zona cordillerana la disponibilidad de agua para riego también sigue siendo escasa por lo que preocupan los rendimientos potenciales, así como el aumento de los costos energéticos que requiere su gestión”.