La Expo Rural 2022 exhibió la fuerza del campo argentino en un marco político y económico de gran precariedad.
Alrededor de 1.300.000 personas, tanto presenciales como virtuales, fueron testigos de la vuelta a la presencialidad de la muestra anual de la Sociedad Rural Argentina (SRA) en Palermo. La 134º Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional, que se realizó del 21 al 31 de julio, reafirmó el potencial de la cadena agroindustrial argentina y la atracción que genera en propios y ajenos.
La Expo Rural 2022 contó con más de 400 stands, 2.500 animales, 14 provincias participantes, más de 100 conferencias y charlas de capacitación. Aspectos destacados de la muestra fueron la genética que se mostró en las juras de cada raza y la tecnología de maquinarias y herramientas para el campo, a las que se sumaron las Agtechs.
“Estos once días fueron una demostración del potencial que tiene el campo para aportar a la construcción de una nueva Argentina. Tenemos las herramientas, el conocimiento, la tecnología y el compromiso para contribuir al desarrollo. Solo necesitamos reglas claras y justas”, aseguró el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino.
Luego, agregó: “Los productores, los criadores, los expositores y los socios de la SRA demuestran aquí la excelencia en su trabajo. Exhiben genética de nivel mundial y las últimas innovaciones para optimizar la actividad en el campo y en la producción de alimentos”.
La muestra no fue solo de interés de argentinos, ya que muchos extranjeros se llegaron hasta la misma y, además, participaron a través de la plataforma Expo Rural Virtual visitantes desde Brasil, España, México, Uruguay, Estados Unidos, Chile, Francia, China, Hungría, entre otros.
“No sólo podemos llegar a todos los rincones del país y acercarle las propuestas a toda la gente, sino que, por primera vez, estamos en vivo, trascendiendo las fronteras, llevando lo mejor del campo argentino a todo el mundo”, afirmó el director Comercial de La Rural S.A., Carlos Solanet.
La inauguración
Como siempre, el discurso inaugural de la muestra concitó el interés de los productores y de la opinión pública; particularmente este año en que la Rural de Palermo se desarrolló en un contexto con complicadas aristas políticas y económicas.
Con el prólogo de un viernes en el que se dio a conocer que Sergio Masa sería ministro de Economía, Producción y Agricultura, el discurso del sábado del presidente de la SRA en el acto inaugural tuvo una especial significación.
“En medio de un país en sombras, nosotros estamos pudiendo organizar un encuentro de todos los que tienen que ver con el campo, el más amplio en Argentina, y uno de los más importantes del mundo”, arrancó Pino y destacó que el sector agroindustrial argentino genera más de un tercio de toda la fuerza laboral del país, teniendo como actores a emprendedores y trabajadores que realizan diversas tareas de “producción y elaboración de los frutos del campo, hasta la red de científicos, técnicos, comercializadores y transportistas, que sostienen día tras día el trabajo productivo”.
El presidente de la SRA enumeró que en el país hay 227 mil productores, 25 mil establecimientos y empresas que transforman lo que produce el campo y casi 4 millones de trabajadores, directos o indirectos, distribuidos en el interior del país, “porque el campo es federal y creador de lazos entre argentinos”. Además, agregó que el campo es el mayor productor de bienes de Argentina, representando más del 15 % del PBI. “Siete de cada diez dólares u otras divisas netas que entran al país, se originan en el campo”, ejemplificó.
“En el campo, enfrentamos problemas climáticos. Pero, además de las amenazas globales y del clima, que no controlamos, los que trabajamos en el campo hemos tenido que enfrentar medidas nefastas de nuestros gobernantes, medidas que atacan a la producción, y perjudican a toda la economía”, dijo Pino sobre los escollos a la producción que genera el Gobierno.
Y expuso, a modo de ejemplo, las trabas en materia cambiaria: “Cuando el productor quiere pagar los insumos que necesita para producir, se encuentra con un dólar que vale alrededor de 300 pesos; pero cuando, mucho más tarde, va a vender su producción, cobra con un dólar que vale 130, quitándole además los derechos de exportación”.
“Parece mentira que nos hayan acusado de especuladores. El rol de especulador es del Estado”, afirmó categórico.
El dirigente ruralista describió que la producción agrícola argentina hoy está estancada en 130 millones de toneladas, en un escenario en el que 40 % de los argentinos está por debajo del nivel de una subsistencia digna, y que de contar con “reglas justas, basadas en el consenso y la libertad, el campo podría aumentar su producción en el orden del 40 %”.
“Es el campo el que brinda la solidez productiva, indispensable para el quehacer de cualquier gobierno. Por eso les decimos a los servidores públicos: produzcan resultados. El campo no es un problema: es parte indispensable de la solución”, remarcó.
Pino le pidió al Gobierno “que resuelva los problemas, en vez de hacernos víctimas de su interna, tratando de asegurar a toda costa la ilusión de su reelección”. Y abogó por un proyecto de país que asegure libertad, justicia independiente y erradicación de la pobreza con empleo genuino, “no limosnas para posibles votantes disfrazadas de subsidios”.
En relación con los cambios en el Gobierno nacional que se dieron horas antes del discurso inaugural, el presidente de la SRA destacó: “En estas últimas 48 horas, el Gobierno ha tomado decisiones que nos incluyen como sector productivo. Esperamos que la nueva conducción económica esté a la altura de la difícil situación que atraviesa el país, y que genere la confianza necesaria para atravesar estos momentos. Queremos decirles: el sector agropecuario es lo suficientemente importante como para mantener el rango ministerial”.
En su discurso, el dirigente de la SRA hizo mención a los ataques contra la propiedad privada y las personas que se perpetran en el interior del país: “En la Patagonia y otras zonas del país, el Gobierno y la Justicia se han mostrado indiferentes a los ataques contra los propietarios y el personal, delitos perpetrados bajo el pretexto de reivindicaciones de quienes se autodenominan pueblos originarios, siendo simplemente delincuentes comunes”.
Por: Belisario Saravia Olmos, editor de El Tribuno Campo
Fuente: El Tribuno Campo