El desempeño de la industria de maquinaria agrícola, entre 2017 y 2021, muestra el potencial productivo industrial asociado a la buena performance del sector agrícola.
A partir de cifras del Indec, se pueden realizar análisis desde diversos puntos de vista sobre el sector industrial que provee de máquinas para agricultura y ganadería. En primer término, la mayor parte de las ramas del sector de maquinaria agrícola manifestaron un crecimiento interanual en las unidades vendidas, con excepción del rubro de implementos.
En conjunto, se vendieron a razón de 337 máquinas por semana en el primer trimestre del año, siendo el mejor registro en los últimos 13 años para un primer trimestre, ya que hay que remontarse a 2008 para encontrar un valor superior. En los últimos 10 años, la media para el primer trimestre había sido de 270 unidades vendidas, de modo que el registro de este año es 25 % superior.
En orden de crecimiento en el primer trimestre del año (en comparación con el año anterior), se ubicaron en primer lugar las cosechadoras (+ 44 %), luego tractores (+ 27 %), sembradoras (+ 18 %), implementos (- 3 %, siendo pulverizadoras el componente que más se contrajo, aunque vienen en un nivel de ventas muy elevado).
Sin embargo, es importante destacar que los rubros de mayor crecimiento en 2022, hasta el momento, son los que menos habían crecido en los dos años previos, y viceversa. Eso nos lleva a un segundo punto de vista, que es el que surge de analizar en qué nivel de actividad se encuentra el sector en términos históricos.
Mientras las ventas de cosechadoras y tractores se ubican lejos de sus máximos históricos, las sembradoras e implementos se ubican en niveles altos en términos comparativos, marcando un crecimiento significativo.
En 2021, las cosechadoras vendidas representaron apenas el 58 % de las comercializadas en 2017. En tractores, el año pasado se vendieron un 78 % de las correspondientes a 2017.
En cambio, las ventas de sembradoras se ubicaron al 123 %, en la misma comparación, y las de implementos en 114 %. Estos indicadores son muy significativos si se tiene presente que entre fabricantes de sembradoras e implementos se concentran más del 90 % de las empresas del sector.
La comparación con 2017 no es antojadiza, ya que ese año se registró el mayor nivel inversión en maquinarias agrícolas de los últimos 20 años (los registros anteriores son incompletos).
En 2021, la facturación fue apenas 5 % inferior a la de 2017, que fue históricamente favorable para el sector. Por su parte, el arranque de 2022, sumado a diversos condimentos de la macro y de la realidad sectorial del sector demandante de máquinas, permiten anticipar un muy importante nivel de actividad, con la posibilidad de alcanzar un nuevo récord histórico.
Entre los argumentos que explican la importante demanda de maquinaria se encuentran un buen desempeño agrícola (cosecha de soja superior a la temporada anterior), elevados precios internacionales de granos, crédito promovido, escasez de opciones para dolarizar los excedentes (cepo) en el marco de una importante incertidumbre a futuro en materia cambiaria.
En ese contexto, productores y contratistas encontraron incentivos añadidos para volcarse a comprar equipos que, además, fundamentan en parte la obtención de mayores rindes actuales y futuros. En el caso de los precios internacionales, hay que remontarse 10 años para encontrar precios de la soja como los actuales.
Estos incentivos aumentados para el impulso del sector, en realidad, deben ponerse en un contexto más general. La industria de maquinarias agrícolas viene teniendo un desempeño destacado en los últimos años, de la mano del crecimiento de la producción agropecuaria (y del aumento de su valor).
Si se compara la evolución del conjunto de la industria manufactura, se tiene que se ubica en abril de este año 5 % por encima del mismo mes de 2021, y 9 % por encima de la del 2019. Sin embargo, si se compara respecto de abril de 2017, la producción industrial en conjunto ha crecido apenas 3 % en 5 años.
En el caso de la industria de máquinas agrícolas (y se infiere crecimiento similar en el conjunto de agropartistas que contribuyen a la misma cadena de valor), en abril de 2022 se ubica 33 % por encima de la producción de abril de 2021. Por otra parte, su producción se ubica 178 % por encima de la de abril de 2019 (según el Indec), y 51% por encima de la de 2017.
En una Argentina convulsionada en forma permanente por la macroeconomía, por los desajustes fiscales y financieros, como también por la falta de resultados en materia de generación de puestos de trabajo genuinos, el desempeño destacado de la maquinaria agrícola es una muy buena noticia, además en términos de su impacto regional y laboral.
Aún sin datos oficiales, el empleo sectorial crecería un 5 % en promedio por año desde 2017 hasta hoy (con una importante aceleración en los últimos años, incluso en pandemia), según estimaciones realizadas con datos privados, con un impacto preponderante en el interior de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires.
Las cifras oficiales, que presentan gran rezago, confirman que el sector creció en su nivel de generación de puestos de trabajo formales en 2017-2021 (con cifras hasta mediados de año), cuando el conjunto de la industria redujo el nivel de empleo, como también lo hizo el resto de la economía. Esto resulta en una ilustración del potencial productivo industrial asociado al buen desempeño del sector agrícola.
Por: Marcos Cohen Arazi, Ieral