Bahco realizó la quinta edición del evento en la bodega Altupalka de Cafayate. Los ganadores fueron Carlos Ruiz, bodega Vasija Secreta; Nelson Ríos, bodega Amalaya; y Sergio Díaz, bodega Vasija Secreta.
El pasado 10 de junio -en la bodega Altupalka, en Cafayate- se realizó la quinta edición del Concurso de Poda Profesional de Vid organizado por Bahco, que reunió a los mejores podadores de la zona en una apasionante competencia para demostrar sus habilidades y conocimiento aplicado a las mejores y más adecuadas técnicas de corte.
Los 33 participantes dispusieron de 30 minutos para demostrar su talento ante un jurado compuesto por destacados profesionales -Karen Salguero y Sergio Churquina del INTA y Rosa Semke del Centro de Desarrollo Vitícola del Valle Calchaquí- quienes evaluaron su destreza y velocidad al realizar los cortes.
Los ganadores fueron Carlos Ruiz, bodega Vasija Secreta; Nelson Ríos, bodega Amalaya; y Sergio Díaz, bodega Vasija Secreta.
“Los podadores de Cafayate esperan todo el año este evento”, comentó Alejandro Martorell (hijo) de la bodega Altupalka, la bodega anfitriona del evento, y señaló: “La poda es fundamental en el cuidado de la vid, determina la calidad del fruto a futuro y la vida útil de la planta. En nuestra bodega hacemos una poda de calidad, no buscamos cantidad en el rendimiento de la planta”.
La competencia realizada en Cafayate se realizó en el marco de la segunda edición sudamericana del concurso de poda del que participarán podadores de Perú, Chile y Uruguay.
La esencia de la poda
La poda, trabajo milenario y fundamental en el cultivo, se lleva a cabo antes de que la vid despierte de su invierno y consiste en cortar las ramas o ramificaciones para darle forma, vigor e incrementar la producción.
De la poda depende la próxima y subsiguientes vendimias, así como la evolución de la cepa a largo plazo. Es una práctica compleja y delicada en la que se deben considerar diversos factores.
Es un arte que se transmite de una generación a otra y a través de diversas capacitaciones. Se trata de un oficio noble y destacado que requiere de destreza y pasión. Por ello, un podador puede catalogarse como un artista, cuyas manos moldean y definen el fruto de la vendimia, con esfuerzo, paciencia, sensibilidad y mucha entrega.
Bahco inició esta competencia en Mendoza en el año 2012, como parte de sus actividades de responsabilidad social empresaria y, hoy, ya se considera parte de la tradición entre los podadores argentinos.
“Bahco organiza este evento, año tras año, fomentando el perfeccionamiento de la profesión en las diferentes regiones vitivinícolas argentinas. Es un reconocimiento de la importancia de una poda esmerada y de la buena labor del podador, quién con esfuerzo, cuidado y dedicación procura cumplir con las expectativas que se plantean en torno a esta actividad. Así mismo, teniendo en cuenta la experiencia positiva que estos concursos generan y su impacto efectivo en la vitivinicultura”, destacaron desde la empresa.