Germán Martos, gerente de la Cooperativa de Productores Tabacaleros de Salta (Coprotab), realizó un balance de la recién concluida campaña tabacalera y planteó las perspectivas para el próximo ciclo productivo.
En una entrevista publicada en El Tribuno Campo, el gerente de la Cooperativa de Productores Tabacaleros de Salta (Coprotab), Germán Martos, se refirió a la campaña tabacalera que concluyó en Salta hace pocos días y analizó el escenario para la próxima campaña.
¿Cómo terminó la campaña tabacalera?
El balance lo posiciono en el contexto en el que se desarrolló. Lamentablemente, tuvimos una incidencia muy fuerte de las inclemencias climáticas, fue un año de mucho granizo, tuvimos un evento que afectó hasta un 20 % de las hectáreas plantadas. Eso hizo que tengamos una provisión menor de la que esperábamos, pero con un esfuerzo muy grande de los productores se logró levantar una cosecha no menor a las 33 mil toneladas, que es un volumen interesante, por lo menos para cumplir con el compromiso con los clientes.
Hubiera sido un año excepcional si hubiéramos tenido una mayor cantidad de tabaco, porque con la disminución que hubo en Brasil, posiblemente, podríamos haber colocado un volumen adicional.
Pero lo importante es que el productor pudo entregar todo su volumen en los distintos acopios. La Coprotab acopió 62 % de lo producido en Salta, logrando unos 20,3 millones de kilos.
Así que, dentro de esta situación, cerramos la campaña de la mejor forma posible.
¿La baja del volumen se compensó con la calidad del tabaco?
Sí, en contra partida de la baja de volumen, la calidad que tuvo este año el tabaco fue de buena para arriba, lo que nos permite llegar en buenas condiciones al compromiso con los clientes. En los últimos días hicimos inspecciones y cerramos acuerdos con los clientes y están muy conformes con lo que se logró, por ejemplo, con China.
Desde la Coprotab, ¿cómo ven que el productor terminó el año?
La cooperativa no está exenta de la realidad que afecta al sector industrial que es netamente exportador. Un tipo de cambio planchado -como en otros complejos productivos-, impacta fuertemente, porque el costo interno, la inflación que no para, la inflación en dólares y los costos adicionales, hacen que se termine justo, porque no hay excedente alguno que pueda soportar una situación económica así.
Pero la Coprotab hizo un esfuerzo muy grande para tratar de acompañar al productor, en darle un precio que entendíamos que era el precio justo -con un aumento del 50 %- y el precio justo tiene que ver con la posibilidad que nos da el mercado para poder seguir exportando y que la cadena de valor no se frene.
¿Hay algún inconveniente logístico en el comercio del tabaco provocado por el conflicto bélico?
Para nosotros en términos de logística, más que la guerra, fueron de mayor impacto los dos últimos años de pandemia por la dilación de los tiempos para el envío de los productos, debido a que nos encontramos con muchos puertos cerrados y muchas restricciones; lo que nos llevó a hacer una planificación distinta y anticipar nuestras acciones 20 o 30 días para poder ajustar estas situaciones.
En lo que sí impactó el conflicto bélico fue en la disponibilidad y el precio del paquete de fertilizantes, porque el origen de gran parte de las materias primas son los países involucrados.
Hoy, que estamos empezando la nueva campaña, vimos incrementos en los precios de los fertilizantes y también teníamos miedo de no contar con ellos, por lo que anticipamos un mes las negociaciones para ir cerrando los volúmenes, para asegurarle al productor el retiro de fertilizantes a futuro, ya que es un insumo determinante para la campaña tabacalera.
O sea que el productor contará con los fertilizantes…
Cuando se planteó la situación, nuestro miedo más grande era no poder contar con el producto porque no hay sustituto alguno. Sí vemos la volatilidad de los precios con referencia a la campaña anterior, pero a Dios gracia cerramos de las órdenes de compras con las empresas locales e internacionales y alcanzamos las 11 mil toneladas que hacemos todos los años -el producto está entrando en nuestra planta de Fertinorte, donde hacemos el fasón- y eso es lo que tenemos comprometido y adjudicado con los clientes.
Los precios de los fertilizantes, con la volatilidad de la situación, tienen aumento en dólares del 50 % a 60 %, pero de los males era el menor y hay que afrontar una campaña con estas vicisitudes.
¿Cómo está el precio internacional del tabaco? Y en función de los aumentos de los costos de producción, ¿creen que los precios a futuro respaldarán esta situación?
En esta campaña la falta de producción en algunos lugares determinantes de mucho volumen o impacto, como Brasil, hizo que el precio tenga una readecuación, el mercado nos dio esa posibilidad. No creo que a futuro sea la misma situación, porque con una recomposición de la producción en estos lugares, volvemos a los stocks de oferta históricos, pero será materia de análisis en su momento, en la próxima campaña, hoy anticiparnos a esa situación nos quita fuerzas para los problemas del día a día, que son cerrar el acopio, terminar la campaña actual y empezar a pensar en el desarrollo de la producción de la nueva campaña.
Para una definición del precio de la próxima campaña estaremos sentándonos a negociar, en febrero o marzo de 2023, con la coyuntura de esos momentos.
¿Volvieron a tener inspecciones presenciales por parte de los compradores?
Con la apertura de las fronteras y las posibilidades de viajar que se dieron en esta etapa de la pandemia tuvimos inspecciones, pero no en el volumen y cantidad que las históricas.
Creo que la pandemia generó formas de trabajo distintas que permiten llevar a cabo las operaciones de cada industria.
Tuvimos visitas de Brasil, que son los más cercanos, pero respecto a Asia, que sigue con brotes de COVID, es un cliente que no reflotó todavía las inspecciones presenciales. Pero la modalidad virtual, la tecnología, permiten hacer las inspecciones online y con apreciaciones muy correctas, así que hemos podido sortear con esta capacidad de adaptabilidad a la situación estos escollos y nunca nos frenamos con los clientes y pudieron evaluar los productos.
¿Cuál es la situación financiera de la cooperativa luego de la campaña?
Tenemos la capacidad estructural, desde hace varios años, de trabajar con toda la banca disponible en la Argentina y gran parte de nuestros acuerdos y posibilidades de apalancamiento radican en tener un compromiso con cliente estables.
Uno tiene la posibilidad de financiar cuando tiene compromisos de colocación de volumen, esa fue la fortaleza de nuestra empresa en estos años, tener grandes acuerdos con los principales clientes mundiales y que esos contratos sean factibles de financiar en cualquier banca.
Entonces, hoy tenemos una solidez demostrada, porque tiene una continuidad de mucho tiempo; entonces los bancos tranquilamente financian las operaciones, más aun con el conocimiento que tienen de nuestra empresa.
Fue un año sin problemas, pudimos llevar con tranquilidad la campaña.
¿Tienen problemas con el ingreso de dólares a la hora de exportar?
Hace poco salió una resolución del Banco Central que obliga a liquidar las divisas en un plazo no mayor a 180 días. Cuando se dictó la norma se entendía que salía con la fecha de promulgación con 180 días hacia adelante, porque mucho de los acuerdos o las mismas dilaciones por pandemia habían hecho que los clientes en su cuenta corriente difieran un poco más, ya que a veces los embarques se demoraban. Pero nos pegó fuerte en el sentido que algunos permisos de embarque excedían esos términos, así que tuvimos que conversar con nuestros clientes para generar anticipos, porque si no la norma empezaba a trabar la disponibilidad, las compensaciones de los créditos de IVA, etc. Fue todo un tema, pero tenemos un ordenamiento que nos permitió, frente a esta situación, podernos mover. En ese sentido, los clientes nos acompañaron.
¿Cómo apoyarán este año al productor?
Es habitual y normal para nosotros en esta época estar calculando los nuevos compromisos. Las próximas semanas ya definimos los nuevos cupos, pero como no te deja esperar la producción, ya salimos a financiar toda la etapa de almácigos; va a estar la canasta disponible de fertilizantes; a través de la Mutual van a tener el paquete de agroquímicos, combustible y herramientas. El año pasado financiamos estufas bulkuring y este año estamos sumando 50 más, estamos incorporando plantadoras para la faz comunitaria para llevar esa tecnología a los pequeños productores.
En termino de contención y de apoyo, vamos por lo mismo y un poco más, para cubrir las necesidades de los asociados y de todos los productores.
Por: Belisario Saravia Olmos, editor El Tribuno Campo