Empresarios pagaron 5 millones por 130 animales que fueron decomisados. La maniobra esconde una sórdida trama de delitos provinciales y federales.
La millonaria estafa perpetrada en Rosario de la Frontera en contra de una firma agrocomercial con sede en Corrientes, pero con campos en Formosa y Chaco, comenzó a desnudar una siniestra trama donde se conjugan varios delitos, incluso federales. La maniobra se urdió -al parecer- para despojar a un empresario de cinco millones de pesos y a la vez favorecer a terceros con resoluciones administrativas celerísimas y anticonstitucionales.
Rubén Samite, propietario de Agrocomercial Andresa SRL, con 50 años en la compraventa de ganado en pie, dijo que una vez que les decomisaron los camiones con el ganado, acusándolos de tener papeles adulterados, el Senasa -en apenas minutos- envió dos camionadas de vacunos a faena al frigorífico de Pichanal sin darles ni un minuto para defender su propiedad, ya que pagaron por ella la suma de casi 5.000.000 de pesos en efectivo.
“Nosotros tenemos nuestra empresa en regla, fue el vendedor local quien nos estafó sabiendo que nos iban a decomisar los animales porque nos había dado un DTE (instrumento público) falso, es decir, si no era en Senda Hachada en el cruce de las rutas 34/81, sería en nuestro propio campo. Este hombre, Guillermo Scaraffia, a quien le pagué en persona el dinero, ahora alega no conocernos”, denunció.
Y siguieron contando que Scaraffia no está registrado en el Senasa porque no tiene stock de ganado, es decir, no era de su propiedad lo que les vendió a los chaqueños, por lo que piden a Justicia que investigue.
“Cuando detuvieron los camiones en la ruta 81 no quiso defender lo que nos había vendido, dejando que el Senasa mandara a sacrificar los 130 animales, de los cuales 32 terneros -en perfecto estado sanitario- fueron cremados, dicen. No me cierra esa cremación, son muchos años que llevo en esto”, dijo Samite.
En este contexto no le creen a nadie y apuntan al Senasa que habría ordenado faenar parte del ganado que les quitaron. “Ahora resulta que el director del Senasa asegura que la premura del sacrificio se debía a razones sanitarias”, afirmó.
“Tengo cincuenta años en la carne, el solo hecho de llevar al frigorífico estos animales, mezclarlos en los corrales con aquellos que estaban para faena, el riesgo sanitario fue mayor, así que ese argumento es vil. Decir que no se sabía la propiedad de los animales también lo es. El DTE que nos dieron (trucho) decía claramente que el propietario era Agrocomercial Andresa SRL y su destino un campo en regla en Formosa. Hay gato encerrado, los animales no eran de quien los vendió porque Scaraffia no está registrado como productor con stock, los papeles que nos dio eran fraguados y el decomiso y faena se parece más a un despojo que al cumplimiento de una cláusula de derecho administrativo”, dijo.
“Tenemos pruebas y muchas”
“Tenemos todas las pruebas de quiénes, dónde, cómo y cuándo se hizo el negocio y las ponemos a disposición de la Justicia. Todos los que estaban allí sabían que nos estaban timando, incluso los hijos de Scaraffia”, dijeron acongojados los empresarios de la carne.
Al tiempo que contaron que tienen las capturas de pantalla de cómo, desde sus teléfonos, Scarafia los fue guiando hacia su campo. “Hicimos videos de sus camionetas esa noche en el pesaje y los chats propios del negocio. Solo queremos justicia, un arreglo por nuestro dinero”, señalaron.
Rubén Samite afirmó: “Estamos hace una semana en Salta, hemos perdido un gran capital de trabajo y estamos paralizados. No nos vamos a ir hasta que las causas penales provincial (estafa) y federal (falsificación de instrumento público) tomen impulso. Pedimos que se investigue el verdadero origen de los 130 animales que nos cargaron en los camiones en la finca de Scaraffia, como legales, con papeles hechos a medida para que el Senasa los envíe a faena y a la subasta de la carne obtenida para beneficio de terceros. No sé qué pensar”, menea su cabeza desconsolado por la falta de seguridad jurídica.
Luego aclaró: “Esos animales tenían marcas y caravanas, la Policía Rural puede investigar su verdadero origen, pero bueno, el que nos vendió es marido de una funcionaria. Todo los que nos pasó no va a quedar en la nada. Queremos justicia y seguridad jurídica. Esperamos todos estos días un arreglo honorable, pero estas personas no asumen la responsabilidad de los hechos y presumo que es porque creen que tienen impunidad, por cercanía de la Justicia”, dijo el septuagenario empresario correntino.
Fuente: El Tribuno