Actualmente, casi el 100% de la soja sembrada es inoculada y para una correcta nodulación, la empresa danesa Novozymes acerca los tips para sobresalir en este aspecto.
En épocas de siembra siempre es bueno refrescar la memoria en cuanto a cuáles son las mejores prácticas para el manejo de una correcta inoculación. En este sentido Gisela Santella, responsable del laboratorio encargado del desarrollo y servicio técnico de productos de Novozymes BioAg explica ¨para obtener los beneficios agronómicos potenciales de la inoculación es fundamental usar un producto de buena calidad¨.
El factor diferencial determinante de la calidad de un inoculante no es simplemente el número de bacterias sino la calidad de su acondicionamiento para que resistan el proceso de inoculación; el estado fisiológico de las mismas determinará la estabilidad del producto, la capacidad de resistencia, la sobrevida en semilla, que es el número que realmente importa, y por consiguiente, la respuesta de estas en cada una de las etapas subsiguientes a la inoculación.
El proceso de inoculación puede ser muy estresante para las bacterias ya que es un cambio completo sobre las condiciones a las que están expuestas las mismas. Por este motivo es esencial que todo productor recuerde y cumpla con las siguientes prácticas:
1. Elegir productos de calidad, que garanticen que el inoculante mantiene sus características desde la producción hasta el momento de la inoculación.
2. Seguir las recomendaciones de uso del inoculante, que son muy simples, pero críticas, por ejemplo, no exponer las vejigas directamente al sol, mantenerla dentro de sus cajas diseñadas para garantizar calidad.
3. Agitar antes de aplicar, es crítico debido a que los inoculantes son suspensiones y las bacterias sedimentan si el producto está en reposo
4. Si se mezclan curasemillas, utilizar únicamente aquellos compatibles con la bacteria en formulaciones recomendadas por el fabricante del inoculante.
5. La inoculación de la semilla de ser posible debe realizarse en condiciones protegidas, a la sombra. La exposición al sol aumenta las posibilidades de muerte por desecamiento.
6. Lograr distribución uniforme sobre las semillas. La inoculación directamente en el cajón de siembra no es la práctica más efectiva.
7. Evitar sembrar en horas de alta temperatura.
8. Evitar sembrar en días en que el suelo está seco.
9. Evitar el uso de fertilizantes nitrogenados en el momento de la siembra. Asegurarse que el suelo no tenga carencias de fósforo, azufre u otros elementos.
Santella enfatiza y recomienda, para una apropiada práctica del tratamiento, que todo el proceso sea acompañado por un técnico o agrónomo. “De esta manera, el productor podrá asegurarse de que su inversión generará resultados visibles y cuantificables. En las primeras etapas de desarrollo se podrán observar las hojas de un color verde más intenso, esto será la consecuencia de la correcta práctica de inoculación”, comenta Santella y agrega: “es el resultado de tener mayor cantidad de nódulos activos en las raíces principales, fácilmente reconocibles porque tendrán mayor tamaño y el característico color rosado/rojizo en su interior. En Novozymes contamos además con nuestra exclusiva tecnología LCO que ha mostrado a lo largo de su trayectoria en el Nitragin Optimize II, de forma consistente, excelentes resultados. Este último es un producto robusto que ya es un clásico del productor sojero que busca calidad durante la inoculación, porque sabe que esto beneficiará su rinde”.