De origen francés esta variedad ha conquistado paladares en todo el mundo gracias a su versatilidad y capacidad para adaptarse a diferentes climas y estilos de elaboración.
El Sauvignon Blanc es una variedad de uva originaria de la región francesa de Burdeos. Esta variedad junto a las de otras variedades como Savagnin, Sauvignonasse, etc. que etimológicamente hacen referencia a vides primitivas o salvajes, habla de la antigüedad de esta variedad en el Sudoeste (Sauternes) y centro de Francia (Sancerre).
Es una variedad plantada en muchos países del mundo y produce un vino blanco refrescante y seco. Se lo puede reconocer por su hoja adulta contorsionada, mediana, orbicular, bastante lobulada y sus racimos pequeños y compactos, con bayas elipsoidales medianas.
Las excelentes cualidades de sus vinos le han valido su difusión en todos los países vitivinícolas, a pesar de su producción no muy abundante y susceptilidad a enfermedades criptogámicas.
Dependiendo del clima y del momento de cosecha, sus cualidades sensoriales pueden ir de agresivamente herbáceo a dulcemente tropical. En climas fríos o cosechas tempranas, la uva tiene tendencia a producir vinos con una notable acidez y sabores a hierba verde, ruda, pimientos verdes, así como notas florales (como las notas a flor de saúco). En los climas cálidos o con cosechas tardías puede intensificar las notas a frutas tropicales, pero con el riesgo de perder aromas a causa de la sobre-maduración.